Olga, Bernhard Schlink

«Para mí siempre has sido eso: una inmensidad infinita -dijo, y apoyó la cabeza en su hombro-

La novela de Bernhard Schlink, Olga,  muestra la interesante interferencia entre  la intrahistoria,  -vida cotidiana de la gente normal, invisible e ignorada-, y la Historia oficial,  –sucesión de hechos  históricos  que determinan la vida de hombres y mujeres-; para ejemplificar  la intrahistoria el autor escoge a Olga,  una mujer inteligente, culta, tenaz, maestra de  profesión que sufre la discriminación de sus colegas por su personal criterio,  y la  intransigencia de personas de distinto nivel social; sobrelleva un traslado forzoso a Gumbinnen,   un pueblo situado al norte de Tilsit,  en la Prusia Oriental,  donde resiste  varias  guerras y  mantiene una historia de amor y renuncias,   en momentos históricos muy interesantes, el del imperio alemán de finales del siglo XIX  hasta el siglo XX, y las dos guerras mundiales.

Un relato que entrelaza las pequeñas cuitas personales de Olga,  con los grandes acontecimientos históricos vividos por Herbert, su gran amor, narrada desde tres perspectivas; una primera que ocupa la primera parte,  en la que un narrador anónimo, muy cercano a los personajes, relata  en tercera persona, retazos de la vida de  Olga,  desde su tierna infancia en que queda huérfana, a su niñez llena de carencias en casa de su abuela en Pomerania, -una región de la antigua Prusia situada en el litoral del mar Báltico- a su juventud en  compañía de Herbert y Viktoria, y a su madurez como maestra de escuela, justo hasta el momento en que  es expulsada del magisterio. El narrador va salpicando su relato con detalles íntimos de los personajes, la pobreza de Olga, su deseo de ir a la escuela, la elitista educación de sus nuevos amigos, adelantando  los cambios que experimentarán  y expresando sus propias sensaciones; En fotografías posteriores, a Herbert también le gustará posar imitando al joven káiser. Viktoria pronto empezará a engordar; la comida la reconcilia con el mundo, el tejido adiposo disimula su malhumor a la par que le brinda un encantador aspecto infantil. Pero sobre todo nos habla de  Herbert, el hijo del rico del pueblo,  un niño que  …soñaba con correr siguiendo el sol, a través de un día sin fin, que tomaba clases de violín junto a su hermana  Viktoria, que estudiaba  piano y canto y además  echaba una mano en la finca para aprender qué podía esperarse de los capataces, los mozos y las sirvientas; un joven poseído por una inquietud que lo consumía y le impulsaba a escapar y vivir experiencias en lugares insólitos, y al que le asaltaban preguntas  sobre la existencia de Dios, el infinito y la eternidad;   en su afán aventurero se entusiasma con las guerras coloniales de Bismarck por lo que decide alistarse en el ejército; el narrador nos contará sus viajes, describiendo algunos y dejando otros en una neblina que se irá disipando con el aporte de nuevas perspectivas; describirá con una bellísima prosa poética, los  viajes de Herbert a   a Carelia,  un   pueblo que ocupa  una vasta área actualmente compartida entre Finlandia y Rusia;  a Brasil, a la península de Kola, a Siberia donde estuvo casi un año y a la Península de Kamchatka,  destinos en los que buscará una parte de sí mismo que no acaba de encontrar;  África del Sudoeste Alemana, colonia alemana desde 1884 hasta 1919, pone a Herbert en contacto con tribus como los “Herero”, una etnia del grupo bantú,  perseguida y oprimida violentamente por el ejército, un mundo desconocido al que menosprecia y ante cuyo sufrimiento se muestra insensible, justificando la violencia; desde allí, escribirá a Olga para contarle lo que para él son meras anécdotassu primer contacto con los negros, unos muchachos alegres que, en el puerto de Monrovia, se zambullían en el agua para recuperar las monedas que él les lanzaba.….omitiendo  la brutal masacre perpetrada contra  los « herero«, con el principal objetivo de confiscar un pozo de agua y dejarlos morir de sed…. El 10 de agosto de 1904, las tropas alemanas se apostaron en las inmediaciones del campamento de los herero, en lo alto y en la ladera posterior de una montaña, cerraron el círculo al alba y la mañana del 11 de agosto pasaron al ataque […] Pero los herero yacían junto al ganado y como el ganado perecieron, tendidos en el suelo, mientras él pasaba montado en su caballo. Herbert informó con particular orgullo de la batalla de Waterberg. Viajará  por América del Sur desde donde escribirá a Olga para describir los maravillosos paisajes del Paraná, Rosario, Córdoba, o los Andes; en 2013 se lanza a su última aventurala Tierra del Nordeste, una isla del archipiélago de Spitsbergen cuyo interior, poco explorado, Herbert quería atravesar antes de que llegara el invierno. Y de la que nunca regresó. Se sirve de 26 capítulos para  conformar la primera parte de la historia, que concluye  con el descubrimiento de la identidad del narrador, Ferdinand, hijo pequeño de una familia a la que Olga llegó tras dejar la enseñanza, para trabajar como costurera y con la que entabló una  entrañable amistad… A partir de aquel momento cosió solo para nuestra familia, donde se había sentido particularmente bienvenida y donde ganaba lo que necesitaba para vivir. Lo relatado, es sólo una  parte de  lo que Olga le contó, por lo que habrá que seguir leyendo para conocer detalles postergados que otras miradas desvelarán y que completarán la Historia y la intrahistoria.

Y así comienza la Segunda parte,  con un punto de vista distinto, el  que otorga narrar desde el yo autobiográfico, el de Ferdinand, un yo que nos ofrecerá diferentes  enfoques, según narren los hechos sus ojos de niño, de joven,  de adulto o de persona experimentada que goza de la jubilación;  la narración en esta segunda parte, adoptará un tono  de mayor confidencialidad, de intimismo, de vivencias compartidas  con Olga, en su casa  cuando era niño  y posteriormente  en numerosos encuentros, en los que sus conversaciones irán rellenando  huecos vacíos y  silencios incomprensibles de la primera parte, ofreciéndonos otra dimensión de la personalidad de Olga.

El narrador se sirve de este cambio de persona gramatical de la 3ª persona  a la 1ª persona,  para hablarnos de  su  vida, de sus 5 años, en los que  una otitis derivó en sordera,  de una niñez enfermiza que  le obligó a permanecer  largas temporadas en cama,  de sus  15 años,  en los que eran constantes los enfrentamientos con sus padres, para ellos una película de Brigitte Bardot era sinónimo de vicio, una obra de Bertold Brecht sinónimo de comunismo y los pantalones con remaches eran no solo innecesarios, pues yo tenía pantalones perfectamente normales, sino propios de gamberros… atemperados solamente en sus conversaciones con Olga;  pero sobre todo para mostrar a su amiga,  gratitud por su compañía, por su afecto, …Yo me volvía hacia ella, y de vez en cuando la señorita Rinke me pasaba un brazo por los hombros y me acercaba a ella, y yo sentía su cercanía, cálida y dulce… por sus recomendaciones literarias y por las historias que  le contaba sobre Herbert,  su amor perdido.

El narrador nos descubre detalles de la vida de Olga que desconocíamos. …aunque seguramente mis ideas políticas le parecían también poco maduras, las escuchaba con suma seriedad, no solo porque ella votara a Ollenhauer en lugar de a Adenauer y siguiera afiliada al sindicato aun estando jubilada, […] Los poemas de Brecht le gustaban casi tanto como los de Heine…. así como su opinión sobre la figura de Bismarck… La perdición había empezado con Bismarck  […] Aunque Bismarck no había mostrado ningún interés por las colonias, la señorita Rinke lo responsabilizaba de los sueños coloniales que se le habían metido en la cabeza a Herbert, de sus patrañas árticas, de las fantasías de Eik sobre el Lebensraum y de las dos guerras mundiales. Incluso la reconstrucción y el milagro económico le parecían una exageración… o la causa de su traslado desde su pueblo  a Gumbinnen,  apenas citado en la primera parte…los responsables del departamento recibieron mi traslado a Gumbinnen con preocupación. Que habían oído rumores y que, aunque el departamento no se rige por rumores, tiene la obligación de detectar y prevenir riesgos. En cualquier caso, di una buena clase y el inspector dijo que se alegraba de poder contar conmigo entre los maestros y maestras del distrito. Le pregunté de qué rumores se trataba. De nada  respondió él. Dejémoslo estar —-respondió él-. En su expediente no consta nada»…; sus caminatas, las visitas a los  museos,  exposiciones y teatros, sustentaron una  relación que duró hasta la muerte de Olga, rondando los noventa años, cuando ya en el hospital le manifestó su cariño sin fisurasEntonces abrió los ojos. Su mirada vagó durante un instante, pero entonces encontró la mía y el rostro se le iluminó con tanto amor, tanta felicidad, que me puse a llorar. No podía comprender que aquella expresión reluciente se debiera a mi presencia, que me quisiera tanto y que se alegrara tanto de verme, que alguien pudiera quererme así, de hecho, y alegrarse así de verme.

Ferdinand, desgrana sus recuerdos en los que late la añoranza, …No puedo contemplar un cuadro de Feuerbach, de Böcklin o El fusilamiento del káiser Maximiliano, ni ver una pluma estilográfica o una máquina de coser, en especial si es antigua, sin pensar en ella…, y confiesa la  monotonía de su vida de jubilado, que reavivará  con la búsqueda de las cartas que Olga envió a Herbert a  «Tromsö, poste restante» sin recibir respuesta alguna y  que le llevarán hasta esta ciudad, donde con ayuda de un anticuario, encontrará las piezas que le faltan para  ordenar el puzle de la vida Olga. La investigación le pondrá en contacto con un nuevo personaje Adelheid Volkmann, que arrojará luz sobre un personaje desdibujado, Eik, un niño con el que Olga  mantiene una relación muy especial y que vivía en Tilsit, con la familia de Sanne, una amiga de Olga; de Eik,  tendremos noticias por boca de dos personajes, Olga y Adelheid Volkmann; por ellas sabremos  que  ingresó de joven en  el Partido y en las SS, que  viajó por Italia y volvió a las Olimpiadas de Berlín,  que estuvo preso en  una cárcel rusa de la que salió en 1955, y que tuvo dos hijos, un chico y una chica;  en su época de adolescente, mientras estudiaba en el instituto, vivió con Olga, quien le contaba las aventuras  y los viajes de Herbert; Adelheid actuará de conarradora y su  relato resultará decisivo para desentrañar tanto su personalidad como los secretos y silencios de Olga.

La particular estructura diseñada por el autor, va del relato subjetivo de las dos primeras partes, al relato objetivo y personal de la tercera parte; en la primera, Ferdinand narra en 3ª persona, lo que Olga le contó, en la segunda parte, lo que con Olga vivió en 1ª persona, y en la tercera, será la voz de Olga la que hable a través de la palabra escrita, emocionándonos con sorprendentes confesiones, volcadas en las veinticinco cartas que envió a Herbert Schröder entre 1913 y  1915. Es por ello,  una estructura sumativa, de modo que la segunda y tercera parte, van completando la primera, añadiendo  información, hasta dar luz a aquellas zonas vitales que quedaron en penumbra.

Es en esta tercera parte,  donde  se funden la Intrahistoria y la Historia, al convertirse la información de los hechos históricos en la única referencia de la posible  supervivencia de su amado Herbert, perdido en el Ártico en una expedición a la Tierra del Nordeste …El 28 de junio, en Sarajevo, un serbio asesinó al heredero al trono de Austria, Francisco Fernando, y a su mujer. Muchos dicen que Austria declarará la guerra a Serbia y temen que Rusia se ponga de parte de Serbia. Pase lo que pase, ya nadie podrá reunir ni el dinero ni los hombres para una expedición al Ártico. Ya solo cuentas contigo mismo.

Estas cartas nunca llegaron a su destinatario y fueron rastreadas, no sin esfuerzo,  por Ferdinand,  y recopiladas finalmente, con  la ayuda de un anticuario de   Tromsö; es en este momento en el que el narrador ha leído su correspondencia y es conocedor de secretos inconfesables de su gran amiga  y del sufrimiento que le produjeron;  en este punto seremos nosotros, los lectores, los que a través de las cartas, descubramos íntegramente la vida de Olga y  comprendamos las ocultaciones; en las cartas,    desnuda su alma, declara a  Herbert su amor incondicional,  le recrimina su egoísmo, le da noticias insospechadas que a ambos conciernen, repasa los hechos históricos, las innumerables batallas,  la ocupación de su pueblo por los rusos, las numerosas expediciones que se fletaron para buscarle en las gélidas aguas del Ártico y que fueron acabando con sus esperanzas de encontrarle vivo; expone  abiertamente  sus pensamientos sobre la guerra, sobre el amor, sobre la mujer, así como  sus luchas internas, sus contradicciones, en suma, el despliegue de una vida de lucha y supervivencia en la que la llama del amor y la esperanza de una vida mejor  acabaron por apagarse.

La primera carta la escribe esperanzada, el 29 de agosto de 1913 y continuará haciéndolo, cada mes, hasta  el  31 de diciembre de 1915, fecha en que escribirá la última …Amor mío, esta es la última carta que te escribo. Me despido de ti. Empiezo el año nuevo sin ti. No quiero que me rondes más, no quiero llevarte en mi interior…, desesperanzada  por las noticias de los periódicos El periódico vuelve a ir lleno de noticias sobre vosotros. Hace unos días, cuatro noruegos que partieron con vuestra expedición llegaron al mismo asentamiento al que llegó el capitán del barco a finales del año pasado. No sabían nada de ti: han pasado el invierno en el barco, atrapados en la banquisa, y lo han abandonado en primavera. Pero han sobrevivido al invierno…y porque   su corazón  le dice que Herbert ha muerto Amor mío, esta es la última carta que te escribo, que pone el amar por encima de la felicidad de ser amado. Volverá a desahogarse con nuevas misivas, que esporádicamente enviará el 27 de julio de 1936  y el  29 de julio de 1936 para hablarle de Eik y de su  preocupante afiliación a las SS;  el 15 de octubre de 1939, para comunicarle su enfermedad …Te escribí hace tres años. Poco después me puse enferma, y desde entonces soy sorda…, el 1 de abril de 1956, para decirle que Eik está vivo,  que  ha salido de una cárcel rusa y que  tiene un hijo y espera otro, hasta la última,  el 4 Julio de 1971, donde le cuenta la intención de llevar a cabo un hecho insensato…Nadie sospechó nada cuando pasé junto a las cajas ya abiertas con los cartuchos de dinamita. Voy a hacer saltar a …..Esto, queridos blogueros, es de obligada lectura. Nuestra protagonista Tras una vida de silencio, un ruidoso estrépito: Olga había puesto el contrapunto a la melodía de su vida.

Todas las  cartas son, esencialmente, declaraciones de  amor; el encabezamiento,  Amor mío…, Compañero fiel…, Herber, amor mío…,  Mi querido Herbert…, Ay, Herbert, amor mío… se repite en todas las cartas y de  todas ellas, emana   un amor permisivo y una  entrega absoluta al amante; pero también late una gran congoja, motivada quizá,  por la certeza de que las diferencias ideológicas y vitales existentes entre ellos,  son insalvables; Los partidos burgueses creían en un futuro colonial de Alemania en el que los indígenas recibirían un trato digno y cristiano. Los socialdemócratas, en cambio, rechazaban las colonias: eran inmorales, aseguraban, no eran rentables y corrompían el carácter del personal allí despachado. Los dos bandos mantenían posiciones enfrentadas sobre la guerra contra los herero, cuyas atrocidades eran presentadas por la prensa como el fruto de conductas individuales reprobables o como una consecuencia inevitable de la política colonial. Olga compartía la opinión de los socialdemócratas, pero no quería imaginar a Herbert cometiendo atrocidades inevitables y esperaba que el barullo terminara pronto…; por eso no le pregunta abiertamente por su expedición al África, y obvia o disculpa su discurso racista sobre los pueblos africanos colonizados, a los que Herbert considera  una pieza más en el empeño expansionista del Kaiser.  «Los negros pretenden sublevarse para usurpar el poder. No debemos permitírselo. Ganaremos por nuestro bien y también por el suyo. Su raza se encuentra todavía en el escalón más bajo, privada de nuestras principales y mejores virtudes, el empeño, la gratitud, la compasión y cualquier tipo de ideal. Y aun cuando se educaran superficialmente, sus almas quedarían rezagadas. Su victoria supondría un revés temible para los pueblos civilizados». Sus cartas hablaban de patrullas, escaramuzas y persecuciones, que él celebraba con hurras, y del júbilo que los embargaba si llegaba algún telegrama del káiser alabando a los oficiales y a las tropas.

En la novela  se  abordan también  algunas problemáticas sociales como el racismo,  la desigualdad de la mujer y la diferencia de clases. El primero se individualiza en la abuela de Olga, mujer arisca y distante que,  una vez muertos los padres de la niña, la  arranca de Breslau, su pueblo, para alojarla en su casa, sin mostrarle jamás un poco de cariño; Olga achacaría esta frialdad a una cuestión de racismo, a su ascendencia eslava …La abuela, no había dado el visto bueno al matrimonio de su hijo. Orgullosa de su sangre alemana, nunca creyó que Olga Nowak, por mucho que hablara alemán de forma fluida, fuera la mujer adecuada para su hijo. Tampoco le había parecido bien que los padres le pusieran a la niña el nombre de la madre. En cuanto estuviera bajo su custodia, abandonaría su nombre eslavo y adoptaría uno germánico…; el tema de la mujer, está abanderado por Olga, quien nos habla  de sus renuncias,  de la lucha por sus derechos en una sociedad que la relega y en una profesión que desconfía de ella por ser mujer… Me dicen que no me crea especial por haber estudiado. Que no soy más que una maestra. Un día, para rememorar tu charla, fui a otra charla organizada por la Sociedad Nacional de Tilsit, esta sobre los preparativos de las Olimpiadas de 1916 en Berlín. En un momento dado pedí la palabra para hacer una pregunta y me ignoraron, hasta que me levanté y entonces me dijeron que se había terminado el tiempo. ¿No es suficiente que no podamos votar? Que  ganemos menos que los maestros, que no podamos ser directoras de escuela. No es suficiente con que nos arrinconen, también tienen que humillarnos?; y por último, las diferencias de clase, personificada en la figura de Viktoria, hermana de Herbert, quien a través del padre de una amiga, director estatal de la administración regional  …forzó el traslado de Olga de su pueblo al norte a un pueblo perdido y polvoriento. Durante los años que Herbert pasó en el África del Sudoeste Alemana, a Olga la trasladaron a la Prusia oriental, a instancias de Viktoria. Esta no la consideraba lo bastante buena para Herbert, quería separarlos y no se cansó de intrigar con sus padres, los padres de sus amigos y amigas y el cura. Cuando finalmente lo descubrió, Olga quiso hablar con ella, pero Viktoria se negó a recibirla. Había logrado alejarla de su hermano y confinarla en el fin del mundo.

En cuanto al estilo de su  prosa, como podemos comprobar, abarca todas las formas del discurso; la narración propiamente dicha, que el autor elabora poéticamente produciendo textos de gran belleza, …Ahora fue ella quien se ruborizó. Se miraron fijamente, convertidos apenas en ojos y alma…; la descripción, en la que mezcla el color, el olor,  el rumor de la naturaleza  con sus sentimientos, recreando un ambiente,  -el de Carelia-, de gran sensualidad …Pero no pudo renunciar al brillo dorado que el sol daba a la niebla por la mañana, al agua de lagos y ríos por la tarde, y al cielo por la noche, ni tampoco a los abedules blancos y los bosques diáfanos, a los cisnes, que se levantaban majestuosamente en el agua, corrían sobre la superficie y se elevaban en el aire para más tarde volver a aterrizar de forma igualmente majestuosa, ni a los alces, figuras recias, robustas y solitarias como él…;  el diálogo,   otra forma de expresión esencial para conocer el alma de  los personajes; diálogo  de Olga con Ferdinand, de Olga con Eik,  de Olga con Herbert, y el diálogo epistolar,  una comunicación que nació para ser diálogo y el tiempo convirtió en  monólogo. Y por último el  lenguaje periodístico, que  salpica la narración y adquiere, un papel decisivo en el desarrollo de la novela. En toda la obra y especialmente en la correspondencia, encontramos informaciones, que Olga transcribe como si se tratara de un corresponsal de guerra; a veces son titulares periodísticos, otras  veces,  breves  crónicas  de hechos históricos  que   va mezclando con sus agitados  sentimientos.

  • La batalla de Gumbinnen, iniciada por los alemanes al alba del día 20 de agosto de 1914, fue la primera gran ofensiva en el frente ruso durante la Primera Guerra Mundial
  • La noticia apenas merecía una breve mención en el periódico: Austria acababa de declararle la guerra a Serbia.
  • VERANO DE 1915 . Los rusos ocuparon Tilsit y tuvieron que volver a retirarse, y los habitantes del pueblo salieron de sus casas a escuchar el retumbar de los cañones de Tannenberg. 59
  • 8 de agosto de 1914  Amor mío: Alemania ha declarado la guerra primero a      Rusia y luego a Francia, y entonces Inglaterra ha declarado la guerra a Alemania.
  • La guerra no llegó al pueblo de Olga, en Silesia, hasta febrero de 1945.

En cuanto al estilo, destacaré la repetición, como  la figura literaria decisiva para dar cohesión al texto; enlaza sentimientos, actitudes y hechos que aparecen y vuelven a aparecer en diferentes contextos y situaciones, desde  distintos puntos de vista;  los viajes de Herbert no sólo aparecen esporádicamente en las tres partes, sino que son resumidos pedagógicamente  por el autor para mantener la cohesión en una estructura tripartita  tan difícil de mantener cohesionada. La técnica narrativa, aunque pueda parecer sencilla, no lo es en absoluto ya que en las tres partes de su estructura,  aparece repetido el mismo contenido, bien sea histórico o personal, eso sí,  contemplado desde diferentes perspectivas   y ampliado con  aportaciones significativas que abundan en el conocimiento global de los mismos.  Otra técnica narrativa utilizada por el autor son las referencias literarias, de las que destacaremos  la Biblia y el Fausto, recomendadas a Olga por su maestra,  Nietzsche,  mencionado por el preceptor de Herbert, los cuentos de Grimm leídos por la sirvienta de Ferdinand, el libro sobre la vida de Jesús de David Friedrich Strauss, al que el cura se refirió negativamente,   Los libros de  Jonathan Swift y Daniel Defoe recomendados por Olga a Eik,   los libros de Carl von Linné,  científico, naturalista, botánico y zoólogo o  las obra del  geógrafo, astrónomo, humanista, naturalista y explorador prusiano Alexander von Humboldt. Como no podía faltar Cervantes, Olga hace una  referencia al Quijote en su carta del 29 de julio de 1936, recordando  al “caballero de la triste figura”.  El periódico de Tilsit, el Tilsiter Zeitung,  también es destacado  por el autor   como vehículo informativo vital en época de guerras,  convirtiéndolo junto con la literatura anteriormente citada,  en material novelesco.

Es un libro muy interesante, que recomiendo vivamente, pues aunque  su estructura es compleja, es de fácil lectura, lo que demuestra la maestría de su autor; a través de Olga, Bernhard Schlink, nos habla de las contradicciones del ser humano, especialmente de las que provoca el amor,   capaz de armonizar la vida  serena que ella deseaba  …Ella sólo quería, unos zapatos nuevos, una habitación para estudiar y una estilográfica Soennecken…, con las ansias desesperadas de emprender  aventuras  de su amado. En el ocaso de su vida, Olga lleva a la práctica una acción simbólica; hace saltar por los aires lo que de negativo representaban Bismak y Herbert, confluyendo con ellos  en la demasía, en la imprudencia y en la  temeridad.

La melodía de la vida de Olga fue su amor por Herbert y su resistencia a él, como realización y como decepción. Tras su resistencia contra todas las insensatez de Herbert, el gesto insensato. Tras una vida de silencio, un ruidoso estrépito: Olga había puesto el contrapunto a la melodía de su vida.

Esta es la lectura que cierra el 2020, un año terrible y muy doloroso, en el que el Covid19, un agente externo absolutamente desconocido, ha hecho estragos en la población mundial sembrando la muerte, el dolor y la miseria; en estos largos 10 meses los libros han sido buenos compañeros de confinamiento, regalándonos la libertad de la que hemos sido despojados. Deseamos intensamente que el nuevo año 2021, dé un respiro a la humanidad y nos permita reencontrarnos con nuestros seres queridos y sobre todo con nosostros mismos.

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