Una temporada en el purgatorio, Dominick Dunne

Martha Elizabeth Moxley nacida en 1960,  fue hallada muerta el 31 de octubre de  1975 bajo un árbol en el jardín de la propiedad familiar, un día después de que fuera golpeada con  un palo de golf y apuñalada.  Ese crimen salpicó a una de las familias más famosas  de los Estados Unidos: el clan Kennedy. Michael y Thomas Skakel, vecinos de Martha y  sobrinos del matrimonio de Robert F. Kennedy con Ethel Skakel, tenían también  15 años en ese momento y problemas de alcoholismo, por lo que serían los principales sospechosos del crimen. Según testigos, la noche de la muerte, Thomas fue visto con Martha en el jardín de su vivienda donde transcurría una fiesta, por lo que se convirtió en el primer sospechoso. El caso quedó abierto y relegado por las  presiones del paterfamilias ­Rushton Skakel. Más tarde  se filtró un informe de una agencia privada solicitado por los Skakel donde se determinaba la más que probable culpabilidad del hermano de Thomas,  Michael Skakel, que fue después condenado.

¿Qué relación tiene esta noticia con la novela   que nos ocupa?. Su autor, Dominick Dunne, fue periodista y productor de cine -se movió entre los grandes actores en la década de los 50 y los 60-  y se reveló como escritor en 1985; pero logró su cima profesional  cuando la revista Vanity Fair, le invitó en 1984 a cubrir como periodista el juicio del asesino de su propia hija y  exponer en sus páginas sus reflexiones; esto le llevó a iniciar una columna en la que se mezclaban chismes sobre la alta sociedad y exclusivas sobre polémicos procesos judiciales. Cuando  en 1991 conoció el caso de Martha E. Moxley,  la historia le removió  inmediatamente y  emocionado por la entereza de la madre de Martha, Dorthy Moxley, decidió escribir Una temporada en el purgatorio, donde mezcló los rasgos de los Bradley con los conocidísimos  primos Kennedy. El libro,  suscitó el interés de la prensa y ayudó a reabrir el caso en 1998.

Podría pensarse que una vez desentrañado el tema  del libro no es necesaria su lectura. Pues nada más alejado de la realidad porque no es el contenido, paráfrasis de lo publicado por la prensa mundial, lo único interesante de la novela sino la forma  ágil de su relato, la fuerza de los personajes,  la dureza de los diálogos, la descripción de las situaciones y el dominio de  las técnicas del bestseller,  lo  que anima a acercarse a la obra; si a esto añadimos el estudio de las reacciones que provoca el poder y el dinero en todos los ámbitos y  la fascinación de la sociedad por la belleza y el liderazgo,  reconoceremos el oficio periodístico  del autor y su conocimientos de las clases altas;   con un gran manejo narrativo hace una  radiografía de una clase ostentosa, inmoral y corrupta que alimenta sus propios intereses pisoteando  los derechos más elementales de las personas.

Comenzaremos desentrañando los elementos narrativos más significativos, entre los que destacaremos EL Juego de Narradores que, muy hábilmente,  el autor pergeña  para enriquecer la perspectiva;  el  narrador principal, Harrison Burns  que  coincide con el protagonista de la obra, nos cuenta en 1ª persona un periodo de su vida, el que va desde 1972 a 1993, en el que  sufre un proceso de interiorización del trágico suceso ocurrido  la noche de Hallowen,  el 30 de Abril de 1973, en la que Constant Bradley, compañero y amigo del colegio Milford, -un colegio de Connecticut para hijos de ricos católicos-, asesinó a Winifred Utley, una joven de 17 años; el propio narrador nos da  testimonio del angustioso proceso: Sé perfectamente, que al contar la historia que me dispongo a contar, corro el riesgo de perder todo lo que he logrado y adquirido en mi vida, incluyendo mi reputación…  Ellos, -también sé que voy a ganarme la eterna animosidad de la familia  – o “La Familia”, como la llaman ellos mismos y a veces también la prensa-, no son mi propia familia pero sí la familia en la que fui aceptado hace 20 años. Pág 8

El narrador, al hablar de sí mismo, muestra sus dudas y  vacilaciones:

 …Ni siquiera voy a mencionar lo sucedido ayer en el servicio de caballeros, cuando me encontré a Constant en el urinario de al lado. Va, qué demonios, lo cuento ¿qué más da? Constant estaba de pie, a mi lado, cuando de repente, sin mediar palabra, se giró hacia mí y me roció con un contundente chorro de orina, empapándome la americana y los pantalones. Pág 7

A veces  se dirige a nosotros, los lectores, para acercarnos a los momentos por él vividos ….Cómo puedo describirles el furor que causó el arresto de Constant Bradley? Pág. 262

Pero no sólo  emplea el yo autobiográfico sino que el autor crea un narrador en 3ª persona, omnisciente, que conoce el pasado y el presente de Harrison Burns y de su  entorno más cercano y que nos descubre aspectos íntimos del personaje, desde otra óptica, con mayor objetividad Harrison Burns leía sobre los éxitos sociales y financieros de la familia que lo había deslumbrado durante tanto tiempo pero nunca los comentaba. Sus labios raramente pronunciaban ese apellido. Claire, su mujer, también sentía aversión hacia la familia. Pág 131

El segundo elemento narrativo destacable es el tratamiento de los PERSONAJES. De todos ellos, destacaremos al protagonista Harrison Burns, del  que hemos hablado en su faceta de narrador y del que ya   tenemos una idea de su personalidad.

Harrison Burns, Harry para los amigos, es un chico retraído, con pocos amigos en el colegio, que sufrió las humillaciones y las palizas de un padre exigente y siempre insatisfecho del hijo y que vivió en la adolescencia dos  terribles sucesos,  la muerte de sus progenitores y la de Winifred Utley; su único amigo en el colegio, – Constant-, le deslumbra con su riqueza, con su belleza,  y con su liderazgo indiscutible, mermándole la voluntad y pasando a ser un juguete en sus manos.

Hice lo que me pidió…   …Constant estaba fuera, de pie.  Me pidió que lo acompañara.

 -¿Y lo hiciste?

 -Sí. Y entonces fue cuando la vi. Estaba prácticamente muerta

-¿Fue entonces cuando cargaste con ella?

– Fue entonces cuando ayudé a Constant a cargarla. Pág.82

Siempre en lucha interna entre su lealtad y los signos de corrupción, manipulación y gansterismo que va descubriendo en la familia y en Constant:

…Los recuerdos que recuerdo de la conversación que escuché entre Constant  y  Weegie Somerset están algo fragmentados. Me sentía dividido entre la culpa por estar espiando a mi amigo y la preocupación por la desagradable escena  íntima que estaba presenciando. Pág. 45

La fascinación que también le produce el jefe del clan, Gerald, le lleva a interpretar hechos erróneamente, sin percibir su maniquea maldad:

…Cosas que me indignaron después, no me indignaron entonces.  Estaba tan fascinado con la familia que incluso lo que Gerald le había hecho a Leverett Somerset no me pareció tan mal. Lo tomé como una muestra de la superioridad  de Gerald en materia de negocios.Pág.58

Hasta que comprende que ha perdido su libertad, que ha sido coaccionado y se ha visto abocado a venderse al poderoso Gerald Bradley:

Buscó en su bolsillo y sacó los dos sobres. En uno estaban los billetes de avión. En el otro, el contrato de Sims Lord. Dejó los dos sobres sobre un tablón que estaba colocado encima de dos escaleras de pie y salió a reunirse con su familia. No me pidió que fuera con él. Yo no quería. Sentí que me había convertido en otra versión de la chica de la silla de ruedas, quienquiera que fuese, estuviera donde estuviese, la que iba en el coche con Jerry. Su silencio a cambio de mucho dinero. Mi alma estaba perdida, pero mi futuro, comprado y pagado.Pág.116

Pero aún saca fuerzas para verbalizar delante de Gerald la verdadera causa del comportamiento de  su hijo:

El alcohol no levanta el ánimo a su hijo, señor Bradley. Saca su parte más oscura. Debería saberlo.

–Estás exagerando. Emborracharse es algo que hacen todos los jóvenes cuando tienen 17, 18 o 19 años –dijo Gerald.

Constant no. No hay entusiasmo en la forma de beber de Constant….Va directamente a su parte oscura.

–Qué parte oscura?

–Mató a una mujer cuando estaba borracho señor Bradley. ¿Hay algo más oscuro que eso?. Lo que pasó puede volver a pasar.

–Nunca. Fue un accidente Pág.115

El segundo personaje es Gerard Bradley, padre y jefe del clan, de quien el autor hace un verdadero retrato en el que combina  sus características físicas con sus rasgos psicológicos y morales. En la descripción física se percibe la atenta observación y  selección de los rasgos del rostro:

…Su rostro tenía la peculiar característica de estar compuesto de facciones que no cuadraban las unas con las otras, como piezas desparejadas o fuera de escala, que parecían pertenecer a otras personas. Su nariz era demasiado grande. Sus labios, demasiado finos. Sus ojos, demasiado oscuros, tanto en tonalidad como en intensidad. Aun así, como supe más tarde, las mujeres, por la razón que fuera, lo encontraban atractivo, si bien su fortuna también debía contribuir a ello.Pág 9

Pero es la descripción del carácter y de su manera de obrar,  -en la que el autor ha abundado-, donde muestra más claramente  su perversidad:

Era agresivo y carecía de delicadeza. Incluso cuando se ponía cariñoso con sus hijas, a las que adoraba, parecía severo. Se decía que inspiraba miedo entre sus empleados. Nunca lo dudé. Yo creo que a sus hijos les ocurría lo mismo aunque también lo querían y hubieran hecho, e hicieron, cualquier cosa que les pidiera…Pág 9

Es autoritario e impone su código de conducta a sus hijos

…..No eres como tus hermanos, le dijo a su hijo “Siempre te pillan”. Había un claro desdén en su voz….¿Qué iba a hacer?. Le preguntó Constant.  – Podías haber mentido, so tonto. Podías, y deberías, haber mentido, decir que las fotos no eran tuyas pág 10

Es inmoral:

…¿Qué tipo de fotografías eran? —le preguntó Gerald a Constant.

Constant, avergonzado, enrojeció y no contestó.

—Fotos de felpudos, y se veía el rosa —interrumpió Jerry.

Gerald emitió una risa ahogada.Pág.29

 Denigra a la mujer considerándola únicamente objeto sexual:

—Supongo que se podría decir que soy un hombre con un sano apetito por los coños —dijo.

—Un apetito que ha heredado su hijo.

—Todos mis hijos, y lo digo con orgullo. Es una parte importante de la vida de un hombre. Aceptémoslo. Constant es joven y está loco por las mujeres —dijo Gerald.

—Nunca he estado seguro de ello —dijo Harrison.Pág.204

 Para él la vida es un negocio del que siempre tiene que sacar beneficio a costa de lo que sea y de quien sea; así, se acerca a Harry cuando sabe que quiere ser escritor para aprovecharse de él. El momento se presenta cuando Constant es expulsado del colegio y debe hacer un ensayo:

…Tu matrícula y las mensualidades pagadas, quiero decir. Siempre y cuando, obviamente, tu ensayo consiga la aprobación del doctor Shugrue y Constant sea readmitido.Pág.37

Engaña a su mujer Grace Bradley y tiene numerosas  amantes a las que regala un abrigo de visón: Ha dejado usted un reguero de abrigos de visón de Revillon Frères de costa a costa del país. Pág.204

Pero nunca será aceptado por la clase social en la que quiere ser reconocido, quizá  por sus orígenes irlandeses católicos, por ser nuevos ricos o  por el origen dudoso de su fortuna:

Por razones que tienen que ver con el contexto de su época, Gerald y Grace Bradley nunca fueron ni aceptados ni recibidos en los círculos sociales de su ciudad, ya que por aquel entonces los irlandeses —incluso los irlandeses ricos, y los Bradley eran muy ricos—, no eran considerados personas del todo adecuadas. «No son el tipo de gente a la que uno invita a cenar», decía Leverett Somerset, con su manera despreciativa de hablar. Detestaba a los irlandeses, particularmente a los Bradley. El dinero de los Bradley no tenía un origen elegante. No procedía de los seguros, la banca, las acciones o los bonos. El padre de Gerald, Malachy, quien amasó el núcleo de lo que después Gerald convirtió en la fortuna Bradley, había sido un carnicero que prosperó en el negocio de la alimentación y que, antes de morir, se convirtió en presidente de un pequeño banco en la zona irlandesa de la ciudad. Años después, Gerald siempre se referiría a su padre como banquero, pero los que lo recordaban, en especial gente como los Somerset, lo hacían siempre como carnicero.Pág. 16

El tercer gran personaje es Constant Bradley, una víctima más de un padre inmoral, agresivo y exigente que ha puesto todas sus esperanzas en su carrera política; lo encubre, lo disculpa, minimiza sus “incidentes”, como los llama la familia y compra a quien haya que comprar especialmente a la iglesiasiempre hay un sacerdote a su mesa y recibieron la visita del Papa-,  para mantener intacto el prestigio del clan; todo por la familia. Así consigue que Constant sea un irresponsable, un consentido y no llegue a tener conciencia plena de sus propios actos:

No le dedico ni un solo pensamiento. Pasó y punto. Fue culpa suya. No podemos hacer nada. Tenemos que seguir con nuestras vidas ¿Por qué sigues amargándote con ello, Harry, por el amor de Dios?…Además un asesinato ya no supone tanto problema como antes Pág.108

Constant es un personaje que en la novela habla poco; todos hablan de él; lo que sabemos  proviene de los diálogos que mantiene el resto de los personajes, especialmente de los entablados por Gerald y Harry.

Pero no son ellos los únicos, hay todo un microcosmos de personajes secundarios que cumplen una función importante dentro del relato; estudiarlos a todos haría muy profusa la reseña por lo que  citaremos sólo a Grace Bradley, mujer de Gerald, preocupada únicamente por brillar en la alta sociedad, y pavonearse con sus modelos parisinos; es servil y obediente a su marido y  se refugia en la religión para no encontrarse con la verdadera Grace, la que ha marginado a su hija Agnes por sus problemas mentales, la que se siente engañada y humillada por su marido, la que sabe que su hijo es un criminal y calla;    no parece tener conciencia de la superficialidad, hipocresía y teatralidad de su vida; solamente  una vez expresa lo que realmente siente, ante la muerte inminente de su marido:

Sola en su habitación, Grace estaba sentada muy tiesa en una poltrona de damasco color melocotón, con un rosario en la mano, preparada para recibir la inminente noticia de la muerte de su esposo. Imágenes de velos negros ribeteados con cinta de otomán negra inundaban su cabeza. En sus armarios guardaba una amplia selección de vestidos negros listos para ser usados; cada año en París encargaba uno o dos más, «por si acaso»…Pensamientos que nunca le habían pasado por la cabeza, pensamientos sobre una nueva vida, libre de su marido aventurero e infiel, le asaltaron la mente. La viudedad me hará ser más yo, se permitió pensar. Conocía a tantas mujeres que, como ella, habían vivido a la sombra de sus maridos y al quedar viudas habían emergido para realizarse por completo… Sabía que eso era lo que le iba a ocurrir a ella.Pág.246  

sus siete hijos, Jerry, causante de que una chica quedara en silla de ruedas, Kevin, muerto en Vietnam, Agnes, olvidada en una institución psiquiátrica, Maureen, inteligente  madre de familia numerosa a la que nadie tenía en cuenta, Kitt, la pequeña niña consentida y Desmond, médico que tuvo que abandonar a su primer amor por mandato de Gerarl,  todos ellos, satélites de un padre  al que obedecen fielmente cualquiera de sus deseos; a la señorita Sally Steer decoradora, cotilla de salón y amante de Gerard;  Weegie Somerset, la joven vecina   que fue abofeteada por Constant por no atender a sus peticiones sexuales; Fatty y Sis Malloy, sobrinos pobres de Grace Bradley, humillados y menospreciados por sus primos;  Rossleen exmujer de Desmond, -el hijo médico de Gerard-,  criada de la casa y víctima del autoritarismo del patriarca; el director del colegio Doctor Shugrue, que también se deslumbra ante la nueva biblioteca que pagará Gerarld y cede ante su chantaje; la fiel cocinera y ama de llaves de Grace, que fue capaz de mentir en el juicio para encubrir a Constant y  Luanne Utley madre de la joven asesinada, que junto con el periodista Gus Bailey y el capitán de la policía Riordan, lucharon para desenmascarar al  asesino de Winifred Utley aunque éste último, en algún momento, se sintiera intimidado por la riqueza de los Bradley y sus obras de caridad, perdiendo  con ello la objetividad:

—Quizás fue el dinero de los Bradley. Quizás fue su posición. Pero creo que yo, inconscientemente, estaba intimidado por ellos. Siempre pensé que tú sabías más de lo que decías. No sospechaba de ti. No creía que fueras culpable, aunque pensaba que podías estar protegiendo a Constant Bradley. Pero tampoco quería creer que nadie de aquella familia lo fuera. Date cuenta de todo lo bueno que han hecho por los pobres de esta ciudad..107

ESTILO: Ya hemos mencionado el dominio del oficio que muestra el autor y por ello destacaremos algunas de las técnicas narrativas que utiliza con respecto al Tiempo para mover al lector desde su presente al  pasado –flash back o analepsis- o desde el pasado al  futuro -flash forward o prolepsis-, provocando que la estructura formal externa que el autor hace en tres partes cronológicas, -Primera parte: 1972 Harrison Burn,  Segunda, 1989 Nueva york y Tercera parte 1993 Harrison Burn– , se retroalimente como en los bestsellers; lo logra a través de repeticiones textuales, como el inicio de la novela que comienza con las mismas palabras que luego encontraremos al final de la misma:

…El jurado está en su tercer día de deliberación… Ni siquiera voy a mencionar lo sucedido ayer en el servicio de caballeros, cuando me encontré a Constant en el urinario de al lado…pág 7

anáforas o recuerdos de contenidos vertidos en otros  capítulos:

…ya retirado de la policía, me recordó aquella escena. Fue el mismo día que Kitt me ignoró en el pasillo y Constant se meó en mis pantalones en el lavabo de caballeros.

o anticipaciones de contenidos mediante catáforas:

Mi dulce y querida Kitt. Yo creía que me amaba, como ciertamente yo la amaba a ella. Pero todo eso pasó después, y no es más que una subtrama de la historia que quiero contar. Es mi participación en aquella tempestad emocional lo que me lleva a mencionarla tan pronto en este relato.  Pág.16

Pero quizá la técnica más elaborada por el autor sea la metaliteratura que consiste en  hablar de literatura dentro de la propia literatura, en este caso dentro de propia novela; también se  llama metanovela o metanarración. El autor  incluyen referencias a la obra de otros escritores y presenta abundantes  referencias  bibliógráficas, como  la comparación entre los Buchanan del Gran Gatsby y los Bradley:

Su amigo Nick dijo sobre los Buchanan, aunque podía haber estado refieriéndose a los Bradley: Eran gente descuidada…Destrozaban cosas y criaturas y después se refugiaban en su dinero o en su vasta negligencia o en lo que fuera que los mantenía Pág.113

 Y nombra al barón de Charlús personaje de  En busca del tiempo  perdido, de Proust:… Estaba con el barón de Charlus- dijo,sosteniendo un libro–. Es mi personaje favorito de la literatura universal. Qué  final tan triste, ¿no cree?. Pág.146

Así como otras novelas y autores:

…Hice un paréntesis en mi carrera. No tenía oficina a la que ir. No tenía entregas que cumplir. Dejé de nadar. Leí Guerra y Paz. Leí las seis novelas de Palliser, de Anthony Trollope. Pág.283

A veces las referencias literarias, están en la propia novela, -como en este caso-, donde escuchamos a Harry  hablar de un artículo  que está escribiendo para otro libro, cuyo contenido relaciona con la trama principal de la obra:

… su intención había sido  volver a su apartamento  en la avenida Lexington y escribir un artículo sobre una mujer  que estaba encerrada en una institución psiquiátrica en Maine por haber asesinado al amante de su padre y que guaradaba un secreto que él esperaba descubrir Pág.128

Otra técnica empleada es la mezcla de géneros; en la novela aparecen noticias periodísticas, para dar mayor veracidad a los hechos.

…El Scarborough Hill Times publicó la noticia en portada

APALEADA HASTA MORIR UNA JOVEN DE 15 AÑOS EN SCARBOROUGH HILL. Pág.91

Y por último destacar la estructura interna circular, en la que el contenido que inicia la novela se repite con las mismas palabras al final de la misma; y en el interior como en una espiral, se  interrelacionan los personajes, retroalimentándose a través del Diálogo, para modelar el mosaico de   las clases altas.

La novela contiene todos los elementos narrativos de un bestseller y tiene quizá por ello, mucho de cinematográfica; parece pensada para una posible serie de televisión  sobre  la gran saga de los Bradley,  semejante a otras series existentes como la de la familia Kennedy, con la que presenta muchas similutes:  –Gregory, un hijo de Maureen pierde el brazo, Jerry, tiene un accidente de coche en el que queda malparada una chica, Kevin, muere en Vietnam, el jefe del clan es autoritario y los hijos son protegidos en aras de una carrera política-.  Es una novela interesante, que sin descubrirnos nada nuevo sobre la capacidad corrosiva del dinero, demuestra que  el abuso de poder pasa factura tanto personal como social y  que además permanece siempre en la memoria colectiva.  A pesar de lo desesperanzador del libro y de la aparente imposibilidad de lograr la justicia, el autor se decanta  por mantener vivo el espíritu de lucha contra  la corrupción y la mentira a sabiendas de que los resultados no acabarán siendo los deseados.

 

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