Las tres bodas de Manolita es la tercera novela de la serie Episodios de una Guerra Interminable de la autora Almudena Grandes, en la que rinde homenaje a los hombres y mujeres que vivieron la guerra civil española y la postguerra, en el bando perdedor, por ser fieles a sus ideas; muchos de ellos perdieron la vida en un paredón, otros pasaron su juventud en una cárcel y otros muchos tuvieron que sobrevivir en un ambiente de opresión, persecución y pobreza.
Los hechos históricos así como los políticos que los sustentaron, aparecen en la novela como flashes, como alusiones, siempre como telón de fondo en el que se mueven los personajes; Primo de Rivera, Indalecio Prieto, Largo Caballero, Jorge Semprún, Eisenhower, GAR (grupo antifascista revolucionario independiente), la Brigada Político Social, Negrín, el coronel Casado, el dictador Franco, y un largo etcétera, bullen a lo largo del relato en la medida en que afectan a los protagonistas anónimos. Éstos hacen la historia y la conocemos porque forma parte de sus vivencias, de su día a día, de su lucha feroz para lograr subsistir en una sociedad dominada por la dictadura y la corrupción; por ello es una novela de personajes, ellos son los que van confeccionando la historia, la intrahistoria en palabras de Unamuno, la suma de acciones individuales que buscaban en la República una salida democrática a la España atrasada y caciquil del momento.
Podríamos decir que el Tema, es la represión y persecución que sufrieron miles de hombres y mujeres republicanas durante la Guerra civil española y la postguerra así como las atrocidades que con ellos se consumaron, ocultándolas deliberadamente a gran parte de la sociedad y olvidando el daño infligido; la autora nos habla del trabajo y explotación en Cuelgamuros, de la fábrica de armamento en los túneles de Nuevos Ministerios, de los colegios de monjas que recogían hijas de presas para convertirlas en sirvientas y así redimir penas de sus madres, de los grandes negocios montados por el círculo cercano al dictador con mano de obra barata y de la lucha sucia dentro de la policía franquista, hechos desconocidos por una mayoría de ciudadanos educados con la historia de los vencedores.
Si atendemos a La estructura interna comprobaremos que la novela se orquesta con tres importantes elementos: EL TIEMPO, LOS PERSONAJES Y LOS NARRADORES; en relación al tiempo las historias se van superponiendo sin un aparente orden cronológico, de modo que las fechas que lo fijan avanzan hacia el futuro, para regresar al pasado y no anclarse en ninguno de ellos; quienes mueven los hilos temporales son los diversos personajes que al contar su historia nos sitúan en su tiempo, su año, su día y sus recuerdos; este juego temporal es el que va dando forma a la estructura interna y para dar mayor cohesión al texto, la autora se sirve de dos importantes herramientas temporales, las anáforas o repeticiones de momentos ya vividos …Recuerda cuando vio a Manolita en Cuelgamuros y supo que era la mujer que esperaba…pág.550 y las catáforas o anticipaciones que nos irán desvelando el futuro. … Roberto el Orejas no se sintió a salvo hasta que consiguió meter a su amigo Antonio Perales en la cárcel . Esa noche durmió del tirón y no tuvo pesadillas…pág. 323.
En cuanto a los Personajes, diremos que son los que sustentan el tiempo, narran parte de la novela y conforman finalmente la estructura interna. La autora se centra y desarrolla psicológicamente aquellos que soportan la acción, entre los que destacaremos a Manolita, chica joven que obedece a todos sin tener muy claro para qué y por qué, Carmelilla de Jerez (Eladia), bailaora, novia de Antoñito, Silverio, un manitas muy inteligente y honesto «un D. Quijote proletario» en palabras de Sally Cameron, El Palmera, Francisco Román Carreño, homosexual enamorado de Antoñito y Roberto Conesa, el Orejas, personaje escabroso, real, quien, traicionando a su partido, informará a la policía franquista sobre los proyectos de la JSU y hará carrera en la Brigada Político Social hasta ascender al cargo de comisario, siempre con las manos manchadas de sangre. Alrededor de estos pilares girarán otros muchos personajes a los que podríamos considerar secundarios como Antonio, hermano de Manolita y novio de Eladia, del que se resalta su belleza quedando su personalidad un tanto oscurecida, Isabel, hermana de Manolita que sufrirá la falsa caridad y la dureza de las monjas de Zabalbide, Pilar, madrastra de Manolita, Hoyos y Vinent, hijo del Marqués de Hoyos, Caridad Martín, una de tantas mujeres que hicieron largas colas en las puertas de la cárcel de Porlier, Paquita, mujer de El Orejas y lo único bueno de su vida, Ernestito Jiménez, acomplejado por su estatura y malicioso, Garrido, oficial del ejército y amante de Eladia y un largo etcétera que mostrarán aspectos insospechados de la vida de un Madrid, pobre y oprimido.
El tercer elemento que conforma la estructura y cierra el ovillo estructural es el juego de narradores; aún existiendo un narrador en 1ª persona, el yo de Manolita, hay otro narrador en 3ª persona, omnisciente, que conoce todo absolutamente, hasta los pensamientos más íntimos de quienes le rodean, que en numerosas ocasiones explica o apostilla las opiniones de los personajes …¿Qué fue lo que te dijo Isidro cuando te sacamos del sótano? –sus insultos no le herían-. Que eras una rata asquerosa, ¿no?- porque era peor que él- y hay que ver, Orejas, ¡qué razón tenía!- pero le jodía que supiera tanto de su detención-.¿Te he contado la historia de Isidro? – le jodía que se complaciera en evocarla en voz alta-. Un tío cpn dos cojones…332. Si a estas dos presencias añadimos las voces de los numerosos personajes que deambulan por la novela y que se erigen en narradores de su propia historia, acabaremos de desentrañar y comprender la madeja de acontecimientos relatados gracias a las múltiples perspectivas que entre todos aportan .
En cuanto al Estilo Narrativo creo que Almudena Grandes es heredera de la novela del XIX pues recoge tanto la novela costumbrista como la novela rosa y de folletín; Eladia expresa así sus sentimiento tras estar con Antonio …aquella noche descubrí la verdadera naturaleza de la ambición, desear lo que se teme, temer lo que se desea, y desear más, temer más, siempre más como un hambriento que nunca quisiera encontrar un alimento capaz de saciar su hambre. Ahora los míos también eran motivos para vivir, para probar otras muertes dulces y amargas, amargas y dulcísimas como la que me había partido por la mitad aquella tarde. 295 O de Manolita ante Silverio …Ya lo había invadido todo. Hablaba con mi boca, veía con mis ojos, oía con mis oídos, había rellenado hasta el último hueco de mi cuerpo y Silverio me miraba como si lo hubiera visto crecer, extenderse sobre mi piel, aflorar entre mis párpados para certificar que me había suplantado por completo…304. O la reacción de “El Orejas” ante el cuerpo de Eladia …Su belleza le paralizó. Sus pechos , sus caderas, sus piernas desnudas le deslumbraron de tal modo que ni siquiera se acordó de disparar mientras la miraba… …Eladia Torres Martínez, carne de cañón, odió a los hombres con todas sus fuerzas pero dio la vida por el único al que amó.463. A través de las citas anteriores se puede colegir que su sintaxis es abigarrada, con una excesiva subordinación que en algunos párrafos de la novela, enmaraña la idea principal. También se acusa el abuso de palabrería, y la verborrea excesiva que pone en boca de algunos personajes. A pesar de ello, y de las páginas que ralentizan la historia, hay muchos momentos en los que agiliza el ritmo a través de los diálogos, aportando aire fresco a una narración, densa y prolija.
Personalmente, creo que lo más significativo de la obra es la información que aporta, y la plasmación de muchos aspectos de la vida de la República, la guerra civil y postguerra, no sólo olvidados, sino desconocidos para una gran mayoría de españoles. En estos momentos de reivindicación de la memoria histórica, es un libro muy adecuado, gracias a la extensa documentación que ha manejado la autora y que comparte en las notas finales con todos los lectores.
Muy buen análisis, ¡¡me anima a leerla!!
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estupendo, muy acertada esa relacion de Almudena Grandes con la novela costumbrista del XIX, con el folletin,con la vida cotidiana y el escenario historico y politico de la Republica, la guerra civil etc. Siempre hay aspectos que aprender, desde luego. Este libro en concreto no lo he leido, lei el ultimo de ella Los pacientes del Doctor Garcia, tambien traducido al italiano. Enhorabuena Cecilia, un abrazo
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Me encantó «Las tres bodas de Manolita» 🙂
Descubrí a Almudena Grandes en el instituto. Para la clase de Historia teníamos que leer un par de capítulos de «El corazón helado» y yo (¡claro!) me leí el libro entero.
¡Qué bueno poder leerte en este blog!
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