Conocí a Taquen de adolescente, en su época de instituto y ya, en aquel entonces, mostraba unas aptitudes pictóricas que le llevaron a exponer sus jóvenes graffitis en la biblioteca del centro. Ha pasado el tiempo y ha paseado su arte por ciudades y pueblos de España, así como fuera de nuestras fronteras, dejando la sutileza de su paleta de colores en paredes y muros y llenando vacíos que ahora son significativos. Su sensibilidad, su personal estilo y su compromiso con el hombre y la naturaleza, nos llenan de orgullo a todos los que le conocimos.
Ahora está en Madrid, pintando en la Gan Vía, para recordarnos desde las alturas que en estos momentos de pandemia, no hay que perder la esperanza de un cálido reencuentro.
Taquen parece tenerlo claro ……¡Seguro que nos abrazaremos pronto!