La delicadeza, David Foenkinos

Comprendía que eso era lo que había querido por encima de todo, regresar a los hombres a través de uno que no fuera el clásico conquistador. Redescubrir juntos el manual de instrucciones

A la hora de leer un libro,  la selección del mismo responde a distintos estímulos; en esta ocasión, la novela de David Foenkinos, La Delicadeza, ha llegado a mí a través de una escueta reseña de Instagram, en la que se recalcaba  lo divertida que era la novela  y lo bien escrita que estaba; estas dos valoraciones  me animaron a la lectura así como el hecho de haber visto una película francesa, cuyo título coincidía con el del libro y cuyo director se apellidaba igual que el autor de la novela; y es que nuestro autor, en  2011, trabajó como co-realizador en la adaptación al cine de La Delicadeza,  junto a su hermano Stéphane Foenkinos, obteniendo por su trabajo dos nominaciones a los premios César: la primera   a la mejor adaptación y la segunda  a la mejor ópera prima. Con esta novela, escrita en  2009,  David Foenkinos se dio a conocer al gran público, cosechando un éxito de ventas que superó el millón de ejemplares y siendo aclamada unánimemente por la crítica. Recibió numerosos premios y fue traducido a más de 30 idiomas.

Pocas veces he leído un libro cuyo  título contenga de manera tan contundente la esencia de su contenido. El tema central de esta  novela es el AMOR, un universal del sentimiento, un tema tan manido que parece imposible abordarlo de manera original. Y David Foenkinos lo hace. Se comporta con sumo tacto  y  sutileza ante situaciones que viven sus personajes,  prestando atención  a esos  pequeños detalles que hacen de su mundo un lugar más humano.  La historia amorosa de Nathalie, navega entre olas de datos e historias secundarias,  apareciendo y desapareciendo, para emerger  de un modo muy personal, trágico en un primer momento y  venturoso e inesperado más tarde, cuando parecía imposible que se volviera a enamorar. Y en ese vaivén, habla de  amor y muerte, de duelo,  otra vez de amor, de personas invisibles, de los  besos, de las relaciones de pareja, de la libertad individual, de la presión social, de  la superación de estereotipos sociales y personales; de cómo la normalidad sin estridencias y la ternura, pueden infiltrarse  en almas vacías y sin esperanza.

Nathalie y François, dos jóvenes, inteligentes, profesionales y enamorados, comienzan una relación que se ve truncada tras su boda por la muerte de él.  Conoceremos su historia a través del Narrador,  quien gracias a  su   omnisciencia psicológica, nos irá descubriendo la personalidad de NathalieElla que nunca se había saltado un paso de cebra (…)  Nunca se quejaba, eso de volver a casa y lloriquearle a François no iba con ella. (…) Quizá fuera ésa su mejor cualidad: la de saber esconder sus flaquezas; y la de los tres hombres de su vida: la de François, su marido, su primer amor, con el que descubre la felicidad… François trabajaba en el ámbito de las finanzas. (…) era un hombre lleno de vitalidad, desbordante de ideas y de energía. Era de esa clase de hombres que abordan a una mujer una sola vez en la vida, y van y aciertan; Markus quien protagoniza los  capítulos más  delirantes, divertidos, tiernos  y frescos de la novela; un personaje tipo,  presente  en todos los trabajos, todos los grupos, las pandillas, las aulas, el chico que pasa desapercibido, bonachón y cumplidor, en quien ninguna chica repara….un pespunte invisible en una prenda; o más explícitamente …Tan discreto como un punto y coma en una novela de ochocientas páginas.. y cuyo encanto suscita ternura en el lector...Tanta fragilidad al final acaba siendo una fortaleza; y  Charles Delamain, director de la empresa en la que trabaja,  personaje obsesionado con Nathalie que se muestra complaciente con ella, para lograr conquistarla a base de halagos. Es un personaje tipo, tan presente en la sociedad y tan  real que no necesita mayor dedicación; el autor deja clara su posición crítica hacia estos tipos empalagosos que se sirven de su status para aprovecharse de sus subalternos.

 El narrador es una figura esencial en la historia;  se  involucra en ella y muestra sus pensamientos… siempre queremos analizarlo todo… a través de la primera persona del plural,  introduciendo al lector e interactuando con élLa historia familiar de Brigitte nos importa poco, ¿verdad?…; también  critica actitudes sociales, graves o intrascendentes… En esos casos, a la gente le da por decir tonterías, como por ejemplo que trae suerte que llueva en las bodas. ¿Por qué tiene uno que aguantar siempre esa clase de frases absurdas? y señala los círculos de presión, aparentemente inofensivos que nos rodean … La familia y los amigos presentes el día de su boda formaban lo que podría llamarse el primer círculo de presión social. Presión que pedía la venida al mundo de un niño. (…) Así es siempre: vivimos sometidos a la tiranía justificado o no…; así mismo nos descubre la complejidad de los procesos mentales de los personajes …  François le preguntó qué quería tomar. Su elección sería decisiva. Pensó: si pide un descafeinado, me levanto y me voy. No se podía tomar un descafeinado en esa clase de cita…  y de NathalieSi Nathalie accedió a sentarse con ese desconocido fue porque se sintió cautivada. Desde el primer instante le atrajo esa mezcla de titubeo y de soltura, de torpeza y de atractivo…con una mezcla de ternura, intimismo,  gracia y humor, no exenta de ironía… Nathalie vivía en la extraña bruma de la monogamia. Perdón, del amor. 

Reflexiona sobre la pérdida y el duelo y sentencia con afirmaciones que nos suenan a confesión …Hay en el duelo una fuerza contradictoria, una fuerza absoluta que lo propulsa a uno tanto hacia la necesidad de cambio como hacia la tentación morbosa de la fidelidad al pasado..,  y por ello empatiza con Nathalie tras la pérdida de su marido y la acompaña en su  particular bajada a los infiernos… No abandonarse, qué extraña expresión. Uno se abandona, pase lo que pase. La vida consiste en abandonarse al paso del tiempo. Eso era precisamente lo que más deseaba Nathalie: abandonarse. Dejar de sentir el peso de cada segundo…;  hasta mostrar a la nueva Nathalie y  su  posicionamiento ante el mundo…— No me gustas. Y más aún, creo que me incomoda tu manera de intentar seducirme. Estoy segura de que nunca habrá nada entre nosotros. Puede que, sencillamente, ya no sea capaz de querer a alguien, pero si alguna vez se me pasara por la cabeza hacerlo, sé que no sería a ti.

El resto de los personajes son secundarios y sirven al engranaje del desarrollo vital de Nathalie; Chloé es su compañera de trabajo, una jovencita que con sus confidencias teñidas de inmadurez, permite a Nathalie conectar con su pasado… y revivir su mundo perdido, el de su juventud, el de sus miedos de no encontrar un hombre con el que se sintiera bien;  Charlotte Baron es la mujer que provoca la muerte de François, destrozando la vida de Nathalie y la suya propia; su historia, intercalada en la principal al modo cervantino, -como me señaló una amiga tertuliana-, ofrece otra perspectiva de la tragedia, la del responsable de los hechos, a la que de alguna manera le arruina la vida por completo… Todo volverá a ser como antes, pensó Charlotte, uno busca tranquilizarse. Pero no, qué va, nada podía ser como antes. Algo, en el movimiento de los días, se había roto de manera brutal. Ese domingo estaba siempre presente: en el lunes y en el jueves. Y seguía sobreviviendo el viernes o el martes. Ese domingo no terminaba nunca, iba adoptando un aire de cochina eternidad, espolvoreándose por doquier sobre el futuro; y su padre,  imagen avejentada de un mundo infantil de certidumbres, añorado y perdido…  el tiempo de antes de la desgracia, el tiempo en que la fragilidad se resumía a una caída, a un arañazo…(…)…el hombre hacia el que, de niña, le gustaba correr, saltar a sus brazos y, una vez contra su pecho, podía pensar en el futuro con férrea seguridad.

En cuanto a su ESTRUCTURA, diré que es lo que más me ha divertido y sorprendido por su originalidad, basada en la alternancia arbitraria de 117 capítulos de diversa longitud,  largos, breves, brevísimos, apenas acotaciones teatrales, o notas al margen,  en los que la temática,  excesiva también, se acomoda al molde escogido, conformando una especie de Catón de nuestra niñez, una enciclopedia aleatoria y subjetiva  en la que caben definiciones, datos, recetas de cocina, dichos ridículos que a la gente le encanta repetir, contenido de un sms citado anteriormente, un fragmento de una obra de teatro,  primera parte de «El amor a la fuga», canción de Alain Souchon, escuchada por Nathalie después de su segunda cita con Markus, tres rumores sobre Bjorn Andresen, el actor que interpretó el personaje de Tadzio en Muerte en Venecia,  un artículo de la Wikipedia sobre los caramelos PEZ, un fragmento del análisis del cuadro El beso de Gustav Klimt, un  artículo publicado en el periódico Metro, titulado «Desmantelada una red que traficaba con mozzarella»; resultados de primera división,  número de lenguas en las que se puede leer, signos del Zodiaco de los miembros del equipo de Nathalie,  algunas precisiones técnicas sobre la alergia al pescado,  fechas en las que aconteció algo,   el horario  del tren París-Lisieux tomado por Nathalie: Salida: 16.33h – París Saint-Lazare,Llegada: 18.02h – Lisieux único contenido del capítulo 100, segunda parte de «El amor a la fuga», canción de Alain Souchon,  el inicio del capítulo séptimo de Rayuela, de Julio Cortázar, frases que pudo haber dicho François antes de irse a correr, libro leído por Nathalie al principio de esta novela, la definición de la palabra «delicadeza» según el diccionario Larousse de la lengua francesa, la definición de la palabra «delicado» según el Larousse, pues «delicadeza» no basta para entender lo que es la delicadeza, o las palabras pronunciadas por Ségoléne Royal cuando su rival la superaba por 42 votos…y tantos otros que se acomodan a una estructura inmanejable informando al lector de los más variopintos contenidos.

El ESTILO narrativo sirve a la riqueza temática y estructural cohesionando todos los elementos del relato; así el autor juega con todos los estilos,  la narración, la descripción detallista, el lenguaje científico, objetivo y preciso,  el lenguaje doctrinal,  la argumentación, la definición escueta académica y el lenguaje periodístico que suministra material de la actualidad política al cuerpo narrativo…Así fue como asistió a un espectáculo excepcional, el de la elección del secretario general del Partido Socialista francés. La segunda vuelta enfrentaba a dos mujeres: Martine Aubry y Ségoléne Royal…; las descripciones poéticas y  diálogos intimistas son los que aportan  la atmósfera  de sensibilidad, emoción y  ternura,  que  impregnan toda la obra; hay que leer el  capítulo 73, para vivir la fusión de  las anteriores sensaciones con los personajes,  en una escena casi teatral, íntima y  cercana, en la que Nathalie va a ver a su padre y le enseña el Pez expendedor de caramelos que le ha regalado Markus; es uno de los pasajes que condensan  lirismo y delicadeza, dando  sentido al   título del libro.

Se sacó entonces del bolsillo el dispensador de caramelos Pez, y, al instante, el padre sintió la misma emoción que su hija. Ese pequeño objeto los remitía al mismo verano. De repente, su hija tenía ocho años. Nathalie se acercó entonces a su padre, delicadamente, para apoyar la cabeza en su hombro. Había en los Pez toda la ternura del pasado, (…) Se quedaron anonadados en la contemplación del dispensador Pez, que llevaba intrínsecos todos los matices de la vida, un objeto ínfimo y ridículo, y sin embargo tan conmovedor. (…) Fue entonces cuando Nathalie se puso a llorar. A llorar de verdad, eran las lágrimas de ese sufrimiento contenido frente a su padre. (…) Pero era una niña pequeña, una niña que había perdido a su marido. Entonces, después de todo ese tiempo, en el ambiente evaporado de los Pez, se puso a llorar en los brazos de su padre. Se abandonó a la deriva, con la esperanza del consuelo.

Otro de los aciertos narrativos del autor es el tratamiento del TIEMPO; apuesta por  elaborar un  tiempo psicológico y  personal que le permite inventar nuevas unidades de tiempo, como la “unidad novela”Nathalie decidió entonces caminar hacia él -Markus-, caminar despacio, muy despacio. Casi habría dado tiempo a leer una novela mientras tanto; o alargar un instante del pasado hasta el presente Markus le tendió un paquetito que Nathalie se guardó en el bolso. Se quedaron un momento así, un momento que dura todavía…, o evidenciar en una página de una novela, la fractura de su vida, el antes y el después Recorría el salón, y todo estaba ahí. Exactamente igual que antes. No se había movido nada. La manta seguía sobre el sofá. También la tetera, sobre la mesa baja, con el libro que estaba leyendo. Le impresionó especialmente ver el señalador. El libro quedaba así dividido en dos; la primera parte la había leído mientras aún vivía François. Y, en la página 321, François había muerto. ¿Qué hay que hacer en esos casos? ¿Puede alguien proseguir la lectura de un libro interrumpido por la muerte de su marido?.

Es importante destacar que el estilo de Foenkinos es absolutamente cinematográfico con momentos sensibleros, de película romántica, en los que el narrador como si de una  cámara se tratase, realiza planos enteros La vio al otro lado del vestíbulo de la estación, inmóvil. Echó a andar hacia ella, despacio, un poco como en una película. Se podía imaginar sin dificultad la música que acompañaría ese momento… o primeros planos que intensifican la emoción,  haciendo que el lector  se identifique con los personajes gracias a la cercanía; un ejemplo es la descripción del  momento  culminante de la pasión amorosa de Nathalie y  Markus… Ya la estaba desnudando, y su corazón latía con una fuerza desconocida. Nathalie estaba ahora desnuda y pegaba su piel a la suya. Su emoción era tan fuerte que sus movimientos se hicieron más lentos. Una lentitud que casi parecía un repliegue. (…) Markus estaba ahora sobre ella. Y ella se aferraba a él. Las lágrimas resbalaron por sus sienes. Él besó sus lágrimas. Y de esos besos nacieron otras lágrimas, esta vez las de Markus;  están todos los ingredientes de las películas rosas,  las caricias, las lágrimas,  la música; todo un manejo de  sentimientos que busca empatizar con el lector y en el que se atisba la intención del autor de  adaptar la novela al cine y de buscar un final feliz.

Las técnicas cinematográficas  están apoyadas en las variadas técnicas literarias, entre las que destaca la PARÁFRASIS para explicar la  nueva postura de Markus, calcada de la actitud luchadora de las políticas Martine Aubry y Ségoléne Royal… Markus se sintió subyugado por la determinación de esas dos mujeres, y sobre todo por la de la segunda, que, pese a su derrota, seguía luchando con voluntad férrea, por no decir sobrenatural. Y fue precisamente ese sábado por la noche, sumido en la batalla tragicómica de los socialistas, cuando decidió luchar él también; cuando decidió que no iba a dejar que las cosas quedaran así con Nathalie. Las CATÁFORAS, avances de contenido, son utilizadas por el autor como verdaderos golpes de efecto que dejan al lector sin aliento por su rotundidad…ella no sabía que no volvería a verlo…(…)… Al volver a su despacho, se cruzó con algunos compañeros, y constató el cambio. (…)Pero todavía no podía imaginar lo que estaba a punto de suceder; las ANÁFORAS con las que retoma los recuerdos y sentimientos del pasado La asaltó una idea extraña: este hombre que avanza hacia mí quizá muera atropellado dentro de siete años; o  REPETICIONES  recurrentes... Se sentía como Amstrong en la Luna…; o contenidos como el famoso expediente 114, o la canción de Alain Souchon, «Amor a la fuga»,  que vuelve una y otra vez desde distintas perspectivas; o el asunto de la moqueta, tan divertida, que junto a las citadas anteriormente logra dar cohesión al texto.

David Foenkinos convierte la literatura en medida de todas las cosas; por eso la METALITERATURA inunda la novela, incorporando contenido literario a su propia creación y mostrando sus gustos literarios; entre ellos, Cortázar¿No quería seguir los pasos de esa novela de Cortázar que acababa de leer? La literatura estaba allí, en ese momento, entre ellos. ;  Muriel BarberyHabla como una verdadera portera, sin la más mínima elegancia del erizo; Camus, Sartre, Shakespeare,    Guy de Maupassant…¿Sabes de dónde proviene nuestro verdadero poder? ¡Del beso, sólo del beso! […] El beso, pese a todo, no es más que un prefacio; Tolstoi,  Dostoievski, Thomas Hardy, y tantos otros literatos compañeros vitales de los protagonistas; y por supuesto los tres libros preferidos de  Nathalie … Bella del señor , de Albert Cohen, El amante , de Marguerite Duras y La separación , de Dan Franck.

Y no sólo se sirve de otras obras literarias  para componer el suyo sino que utiliza su  propia novela como material literario,  su obra dentro de su propia obra, convirtiendo sus anotaciones en el capítulo 32, como si de una escena teatral se tratara… Capítulo 32, Fragmento del guión de La delicadeza: Sec. 32: Interior, bar. Nathalie y Chloé entran en un bar.

Además de  la literatura, la pintura se suma al material literario, como el cuadro de Magritte,  Goldonca,   pintado en 1953, en el que muestra  una “lluvia” de hombres con gabanes oscuros y sombreros hongos, cayendo de un cielo azul grisáceo sobre casas de fachadas color tiza y tejados granate, que simboliza la pérdida de la identidad individual y la monótona trivialidad del día a día… Quizá habría que pensar en ese cuadro de Magritte en que caen hombres del cielo como estalactitas. Había pues algo de pintura belga en su actitud…; la música y los músicos como John Lennon, cantantes como Alain Souchon, directores de cine como  Román Polanski , políticas como  Ségoléne Royal, películas como «Muerte en Venecia» de Luchino Visconti o  Titanic… La velada había seguido la misma línea que el Titanic. Una velada festiva al principio, que al final terminaba en un naufragio. A menudo la verdad se parecía mucho a un iceberg; no son mero adorno literario sino que se entretejen  en las circunstancias de los personajes.

También la METALINGÜÍSTICA  está presente en el texto, para explicar la gramática del tuteo, la gramática de la intimidadPero, aun así, ese tuteo no dejaba de resultarle extraño. Pero luego lo pensaba, y no, hay frases que sólo se pueden decir tuteando. Frases de consuelo. Hay que acortar distancias para poder pronunciarlas, hay que estar en un plano de intimidad.

Para finalizar hay que mencionar el fino HUMOR, cargado de ironía, con el que aligera la tensión narrativa y con la que aborda las cosas más insignificantes de la  vida cotidiana, como la existencia de la moqueta… Parece difícil llegar a saber quién inventó la moqueta. Según el diccionario Larousse, la moqueta no es más que «una alfombra que se vende por metros». Esta definición plasma la naturaleza patética de su existencia, o una obra de Beckett…Benoît se alejó, visiblemente en el mismo estado que aquel día de abril de 1992 en que vio una obra de Samuel Beckett en un teatro alternativo; o el asunto, siempre pendiente, del expediente 114; y sobre todo, su crítica a los suecos hacia los que dirige sus burlas más caústicas… Markus entró. Era un compañero oriundo de Uppsala, una ciudad sueca que no le interesa a casi nadie. Hasta los habitantes de Uppsala  se sienten incómodos: el nombre de su ciudad suena casi como una disculpa.

Mientras caminaba hacia su casa, volvieron a su mente imágenes de su infancia sueca. Fue bastante rápido. La infancia en Suecia se parece a la vejez en Suiza.

Recomiendo vivamente esta novela, a pesar de haber leído en foros, opiniones divergentes de los lectores ante la misma; unos  muestran su admiración a la obra y al autor y otros muchos opinan que es  una novelita fácil, romanticona, superficial, de final feliz y de puro entretenimiento; lo que hoy se denomina «chick-lit«. Nada de eso. Mi apreciación es muy positiva, a pesar de que no me ha gustado el final, a todas luces pueril y atificial. Pero  la recomiendo por las razones argüidas en esta reseña, por la  ligazón  absoluta, entre la multiplicidad de  temas, la complejidad  estructural y la riqueza estilística, sazonado todo ello con una sutil ironía que logran una historia muy actual y cercana, en la que los detalles imperceptibles  para la mayoría de la sociedad,  adquieren categoría literaria.

4 comentarios sobre “La delicadeza, David Foenkinos

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s