Lincoln en el Bardo, George Saunders

Siempre he defendido que lo más atractivo de leer es reflexionar sobre  lo leído;  la lectura de un buen libro no es sólo un goce  momentáneo, de días o semanas, sino un poso en la memoria,  necesario para repensar y madurar las impresiones de ese primer acercamiento;  en este periodo de meditación es cuando descubrimos  lo que nos ha querido comunicar el autor y  su  intención al escribir el libro. Y esto es lo que he necesitado, con   “Lincoln en el  Bardo”, la primera novela de George Saunders, con  la que ganó el Premio Booker 2017, uno de los más prestigiosos de habla inglesa, que como su título indica, tiene como protagonista a Abraham Lincoln,  decimosexto presidente de los Estados Unidos de América, -desde el 4 de marzo de 1861 hasta su asesinato el 15 de abril de 1865-, y personaje de gran transcendencia histórica. Durante su etapa presidencial acometió una cruel guerra civil cuyos objetivos eran preservar la Unión, abolir la esclavitud, fortalecer el gobierno federal y modernizar la economía; la contienda comenzó el 12 de abril de 1861,  enfrentando a los  Unionistas contra los Secesionistas y acabó a principios de 1865, con la rendición de las fuerza confederadas después de cuatro años de intensos combates que se saldaron con  más de medio millón de  muertos, uno de los  conflictos más feroces,  sangrientos y moralmente tormentosos de la historia de los EEUU.

Si el nombre de Lincoln es de por sí   atractivo,  el lugar donde lo ubica el autor, en el  Bardo, aumenta nuestra curiosidad  por descubrir qué se esconde tras este concepto, tan ajeno a nuestras tradiciones cristianas y tan ligado  a  la filosofía oriental y a las creencias budistas, que lo consideran  una   etapa transitoria  entre la vida y la muerte.   En El libro tibetano de los muertos del siglo VIII, encontramos una  guía de instrucciones para los moribundos y los muertos que ―según la creencia del budismo tántrico del Tíbet― permite alcanzar la iluminación durante el periodo inmediato posterior a la muerte y por algunos días más, pues se considera que  ésta dura 49 días y después de ello sobreviene un renacimiento en el ciclo de la reencarnación.

Es en este espacio donde, después de la muerte, los espíritus experimentan una serie  de alucinaciones,  fenómenos sobrenaturales y mutaciones  de tipo degenerativo, que tienen su origen en  las torpezas, tragedias  y pecados  de la otra vida, que se manifiestan de manera hiperbólica y reflejan  las mismas servidumbres que sufrieran estando vivos; en el bardo, habitan  los espectros de los muertos que aún no saben que lo están, que esperan el desenlace definitivo mientras redefinen  los límites de la vida y la muerte; …Muchas veces he sentido la tentación de soltarles la verdad al señor Bevins y al señor Vollman: Os aguarda un juicio terrible , anhelo decirles. Quedándoos aquí, lo único que hacéis es retrasarlo. Estáis muertos y no recuperaréis nunca el lugar de antes. Al alba, cuando os veis obligados a regresar a vuestros cuerpos, ¿no os habéis fijado en su repugnante estado? ¿De verdad creéis que esas asquerosas carcasas son capaces de llevaros a alguna parte otra vez?; la entrada del pequeño Willi Lincoln en el bardo y la dolorida presencia de su padre en el cementerio de  Oak Hill, revoluciona a los espectros que  allí moran truncando en cierta manera su esperanza  de vivir.

Se deduce fácilmente que el TEMA principal de la novela es la muerte, y más que la muerte, los muertos, de los que el autor selecciona tres, ubicados en tres espacios distintos; el primero, -punto de partida de la obra-,  lo sitúa en el ámbito familiar, donde  asistimos a los últimos días  de enfermedad y muerte de  Willi, el hijo de  12 años de Linconl, una  muerte infantil que conmociona la casa familiar hundiendo en el dolor a sus moradores; en segundo lugar y solapándose con el primero, ejemplifica con  los muertos caídos en la Guerra de la Secesión, en unos momentos en los que el presidente como si de un demiurgo se tratara,  encabeza una  guerra fratricida, provocando la muerte colectiva de miles de ciudadanos; el tercer estadio de la muerte es el situado en el Bardo,  una prórroga esperanzadora de vida, donde  las ansias de vivir de los muertos, perduran más allá de la propia muerte;  este tema  es un lugar común,  un universal del sentimiento, sobre el que es casi imposible  aportar novedades, pero George Saunders, lo logra desplegando en éste último espacio, el bardo, un contenido  imaginativo, donde lo sobrenatural y la ciencia ficción van de la mano y sobre todo, una forma muy elaborada que nos sorprende por su riqueza expresiva y su carácter  innovador;  y me atrevería a decir,  provocativa, pues guste o no, no deja a nadie indiferente.

Caramba, exclamó de golpe el chico, con un temblor inconfundible de miedo en la voz.             hans vollman

Yo miré y me dio un vuelco el corazón. El tejado se había licuado a su alrededor y ahora parecía estar sentado en medio de un charco de color gris blanquecino.

                      roger bevins iii  

Del líquido emergía un zarcillo con aspecto de enredadera.

                     el reverendo everly thomas  

Que aumentó de grosor a medida que se acercaba al chico y fluyó como si fuera una cobra por encima del punto en que se cruzaban sus pantorrillas. Si el caso de la señorita Traynor servía de precedente, pronto a aquel zarcillo se le irían sumando otros, hasta que el chico quedara completamente atado (estilo Gulliver) al tejado.

                     roger bevins iii 

Una vez atado, quedaría rápidamente cubierto de lo que se podría describir bastante bien como una membrana placentaria .

                    el reverendo everly thomas  

 Las citas anteriores además de mostrar  un contenido visionario y delirante,  nos ponen en contacto con el primer experimento formal que  realiza George Saunders, y que materializa en el tratamiento de la figura del  narrador, al que multiplica, para configurar un coro de voces, que recuerdan   la tragedia griega, encabezado por los personajes que aparecen bajo el discurso, que se encargarán de narrar y describir, tanto los hechos que acontecen en la vida familiar y política del presidente,  como la vida de los fantasmas del  Bardo, zona alucinógena en constante transformación.  Así, cada uno de los allí confinados, reflexionará sobre los actos del pasado,  contarán su vida fuera del bardo y las causa que los llevaron hasta allí, reelaborando lo ocurrido, distorsionándolo a veces,  y escuchando de boca de otros espectros   parte de su vida, una  verdadera polifonía narratoria. Esta técnica, el perspectivismo, explicada en anteriores reseñas, nos permitirá conocer un mismo contenido narrativo, desde distintos puntos de vista gracias a las citas que se van desgranando de modo alternativo.

 El caballero parecía perdido. Se detuvo varias veces, miró a su alrededor, desanduvo sus pasos y dio media vuelta.

                    hans vollman

   Iba sollozando por lo bajo.

                     roger bevins!!!

No estaba sollozando. Mi amigo lo recuerda mal. Estaba jadeando, pero no sollozaba.

                    hans vollman

  Iba sollozando por lo bajo, y su frustración creciente por haberse perdido se añadía a su tristeza.

                     roger bevins iii  

Caminaba con rigidez, moviendo exageradamente los codos y las rodillas.

                    el reverendo everly thomas

 Y lo   más innovador de este  recurso es que todos los  personajes-narradores aparecen destacados tipográficamente debajo de cada intervención, separados de su discurso, aportando distintas perspectivas sin perder el hilo argumentativo,  especificando quién habla  o informándonos  sobre las fuentes bibliográficas que el autor maneja.

Los abolicionistas criticaron el fiestón en la Casa Blanca y muchos declinaron la invitación. Se dijo que Ben Wade había criticado el acontecimiento con duras palabras: «¿Acaso saben el presidente y la señora Lincoln que hay una guerra civil en curso? En caso de que no, el señor y la señora Wade sí lo saben, y por esa razón se niegan a participar en fastos y bailes».

                        Despertar en Washington, 1860-1865 , de Margaret Leech   

El joven Willie Lincoln fue entregado a la tierra el mismo día en que se anunció públicamente la lista de víctimas mortales de la victoria de la Unión en Fort Donelson, un anuncio que causó gran escándalo entre el público de la época, ya que el coste en vidas carecía de precedentes en lo que se llevaba de guerra.

                      Dejar las cosas claras: recuerdo, error y evasión , de Jason Tumm, en Journal of American History  

Los detalles de la masacre se le comunicaron al presidente cuando todavía estaban embalsamando al joven Willie.

                          Iverness, óp. cit. 

Murió más de un millar de soldados en ambos bandos y hubo el triple de heridos. Fue «un combate tremendamente sanguinario», según le contó a su padre un joven soldado de la Unión, tan devastador para su compañía que a pesar de la victoria se quedó «triste, solitario y alicaído». De los ochenta y cinco hombres de su unidad solamente habían sobrevivido siete.

                         Goodwin, óp. cit.

 En cierto modo la incorporación de esta técnica tipográfica nos recuerda a la de los  whatsApp y twitter, inoculados  en nuestra vida y en nuestra cotidianeidad; es posible que George Saunders, haya querido plasmar en  formato  libro,  una nueva forma de comunicación, ya asentada entre nosotros por  las redes sociales.

Como comprobamos,  los libros, artículos periodísticos, ensayos y  cartas, narran; los muertos que residen en el bardo, también narran; y conjuntamente van pergeñando a través de  informaciones, crónicas, confesiones y recuerdos de la vida anterior,  un verdadero mosaico social, una sociedad paralela a la ya vivida, hiperbólica y desfiguradas, como las imágenes esperpénticas que devuelven los espejos del callejón del gato, fuente de inspiración del gran Valle-Inclán; la gran riqueza social viene dada por la dispar procedencia de los fantasmas, por sus distintas  razas,   costumbres y educación,  que nos hará conocer asesinos como Flanders Quinn  quien …..había degollado a un comerciante y a su hija junto a una calesa de Fredericksburg con las ruedas rotas (y le había arrancado a la chica las perlas del cuello y luego les había limpiado la sangre con su chal de seda)? roger bevins iii , mujeres infelices en su matrimonio como  La señora Delaney,  chabolistas analfabetos y borrachos como el matrimonio de Betsy Baron y Eddie Baron, excazadores como Trevor Williams, …estaba sentado ante una montaña de todos los animales a los que había liquidado en su vida: centenares de ciervos, treinta y dos osos negros, tres oseznos, innumerables mapaches, linces, zorros, visones, ardillas, pavos salvajes, marmotas y pumas; veintenas de ratones y ratas, un buen montón de serpientes, cientos de vacas y terneros, un poni (atropellado por un carro), veinte mil insectos aproximadamente; y a todos ellos los tenía que abrazar ahora brevemente, durante un periodo de entre varias horas y varios meses, dependiendo de la calidad de la atención y del cariño que pudiera prodigarles y del miedo que la bestia hubiera pasado;  banqueros, empresarios, científicos, periodistas,  homosexuales, poetas, suicidas, mujeres maltratadas o ninguneadas como Jane Ellis, o racistas agresivos y desalmados como  el teniente cecil Stone, … Y era lo Mejor del mundo, Denigrar a aquel hombre TIZÓN a los Ojos de los Demás, y que luego este Mensaje circulara; esto Mejoraba la Conducta de todos ellos, y al siguiente Día de trabajo hasta los más Grandullones de aquellos TIZONES bajaban la Vista, porque era yo quien poseía el LÁTIGO y la PISTOLA , y eso lo sabía hasta el último TIZÓN : que como se le ocurriera ofenderme, aquella Noche lo pagaría Caro, y que el precio que yo me cobraría por aquella Ofensa sería Altísimo para él, porque echaría su Puerta abajo y sacaría a rastras a su CHAVALA…, adolescentes seducidas y abandonadas como Elyse Traynor ,  o Los Tres Solteros voladores, incapaces de  amar y ser amados, en perpetua vacuidad emocional risas, bromas groseras, ruidos de pedos imitados con la boca procedentes de las alturas: eran las señales de que se acercaban los Tres Solteros. Y  por supuesto, el hijo del presedente,  Willi Lincoln, tan joven,  tan educado y tan bueno…

 El recién llegado era un chico de unos diez u once años. Un muchachito bastante apuesto, que pestañeaba y miraba con cautela a su alrededor.

                      el reverendo everly thomas 

 Parecía un pez que, embarrancado en la orilla, se queda inmóvil y alerta, intensamente consciente de su vulnerabilidad.

                       hans vollman 

Cada personaje narra acontecimientos que les suceden a otros personajes o a ellos mismos, poniendo de manifiesto entre todos  los diversos problemas de la sociedad; de este modo nos informarán sobre  la esclavitud,  la situación indefensión de la mujer,  la maldad humana, el olvido de la ciencia, la dificultad de vivir, el paso del tiempo y el ubi sunt,   la paternidad irresponsable,   la incultura y el analfabetismo, el maltrato a los animales, la irresponsabilidad juvenil y del amor paterno- filial representado por Willi y Abraham  Lincoln.

A pesar de presentar una estructura en dos partes, en las que se reparten un número similar de capítulos, – 55 capítulos  la primera y 58 la segunda- no se aprecia un  contenido distinto en ellas,  pues la muerte en sus tres manifestaciones,  se entrelazan y  fusionan, nutriéndose  unas de otras. La faceta humana y política de Linconl,  que podría parecer un telón de fondo para destacar la muerte del niño y la muerte en el Bardo, no lo es en absoluto pues desde éstas, su figura es recordada y censurada,  hasta el punto de ocupar capítulos enteros en los que se critican tanto sus decisiones políticas como familiares  ( LXX)

Mientras se acumulaban unas cifras inimaginables de muertos y al dolor únicamente se le sumaba más dolor, un país que hasta entonces había conocido pocos sacrificios culpó a Lincoln de llevar a cabo una gestión irresoluta de la guerra.

                    El impopular señor Lincoln: La historia del presidente más injuriado , de Larry Tagg 

Vanidoso, débil, pueril, hipócrita, carente de modales y sin prestancia, que cuando te habla te clava los puños debajo de las costillas.

                    Los años de la guerra, de Carl Sandburg, testimonio de Sherrard Clemens  

Era obviamente una persona provista de un carácter inferior, en absoluto a la altura de la crisis.

                   La ascensión de Lincoln: Prólogo a una guerra civil, 1859-1861 , de Allan Nevins, testimonio de Edward Everett 

 Sus discursos han caído aquí como un jarro de agua fría. Han desterrado toda noción de grandeza.

                      Tagg, óp. cit., testimonio del congresista Charles Francis Adams 

 Con toda probabilidad, el hombre más débil que ha salido nunca elegido.

                      Clemens, óp. cit.

Del retrato social que realizan los espíritus del bardo, las descripciones  relativas al racismo y a las vejaciones infligidas a los esclavos negros, son las más duras y lacerantes. Impacta no sólo el contenido sino la forma descarnada e inclemente que esgrime el autor, apoyada en la repetición de “Lo que le hicieron”,  anáfora que como martillo lingüístico golpea la sensibilidad del lector ante la denigración  y el ultraje al que fueron sometidas muchas esclavas.

Lo que le hicieron se lo hicieron muchas veces y se lo hizo mucha gente. Lo que le hicieron no admitía resistencia y no la tuvo, pese a lo cual a veces ella opuso resistencia y eso a veces resultó en que la mandaran a otro sitio lejano y mucho peor, y otras veces en el hecho de que esa resistencia fuera sofocada por medio de la fuerza (puñetazos, rodillazos, golpes con tablones, etc.). Lo que le hicieron se lo hicieron una vez y otra. O bien solamente una vez. Lo que le hicieron no la afectó en absoluto, la afectó mucho, le provocó temblores nerviosos, la incitó a manifestar verbalmente su odio, la llevó a tirarse desde el puente de Cedar Creek y la ha llevado a su actual silencio obstinado. Lo que le hicieron se lo hicieron hombres corpulentos, hombres pequeños, jefes, hombres que simplemente pasaban por el campo en el que ella trabajaba, los hijos adolescentes del jefe o de aquellos hombres que simplemente estaban de paso, un trío de hombres en plena juerga, que acababan de salir de la casa y justo antes de marcharse la vieron allí cortando leña. Lo que le hicieron se lo hicieron siguiendo un horario regular, como si fuera una especie de siniestro servicio en la iglesia; se lo hicieron en momentos al azar; no se lo hicieron nunca, ni una sola vez, pero la amenazaban constantemente con ello: era algo acechante y sancionado; lo que le hicieron fue follársela en la postura del misionero; lo que le hicieron fue follársela analmente (cuando la pobrecilla ni siquiera había oído hablar de aquello en su vida); lo que le hicieron fueron cositas retorcidas (con acompañamiento de las palabrotas de unos campesinos contrahechos a quienes jamás se les habría pasado por la cabeza hacerle aquellas cosas a una mujer de su raza); se lo hicieron como si no hubiera nadie más presente allí, solamente él, el hombre que se lo hacía, y ella no fuera más que una figura de cera (cálida y silenciosa); lo que le hicieron fue: lo que fuera que cualquiera quisiera hacerle, y aunque uno solamente tuviera un ligero deseo de hacerle algo, pues bueno, se lo podía hacer, estaba permitido, así que se lo hacía, y luego se lo seguía haciendo una y otra vez…

                         sra. francis hodge

Es quizá la descripción más realista y más cargada de violencia de las narradas por los habitantes del bardo tras la cual me parece vislumbrar, los sentimientos de rabia y dolor de Georges Saunder ante el abuso y el despotismo practicado  a los  esclavos, y su comprensión hacia  aquella guerra, -siempre injustificable-, cuyo  objetivo entre otros, fue abolir la esclavitud.

Si el texto anterior, que he querido plasmar extensamente, es paradigma de la violencia, el siguiente es representación  del AMOR; porque donde mora la muerte esperanzada, mora el Amor; en el bardo el autor logra describir los momentos más emotivos, íntimos y estremecedores de toda la obra, ligados a la vuelta de Abraham Lincoln  al cementerio y su llegada a la  cripta donde han colocado el féretro de su hijo; con una tristeza infinita,  saca el cuerpo de su hijo y lo acurruca  en sus brazos mientras el espíritu del niño se pega al cuerpo del padre …El hombre se inclinó, sacó del cajón aquel cuerpecillo y, con elegancia sorprendente para alguien tan desgarbado, se sentó en el suelo, colocándoselo sobre el regazo.

                    roger bevins iii

 Sepultando la cabeza en el espacio que quedaba entre la barbilla y el cuello de la criatura, el caballero rompió a sollozar, al principio entrecortadamente y luego ya sin reservas, dando rienda suelta a sus emociones.

                     el reverendo everly thomas

 Entretanto el chaval iba con frenesí de un lado para otro, agonizando visiblemente de frustración.

                    hans vollman

 El hombre se pasó casi diez minutos abrazando aquella…

                    roger bevins iii  

Figura enferma.

                    hans vollman

  Hasta que surge la transmigración. Willi describe la experienciaAllí dentro, y dentro de su fuerte abrazo, ahora también estaba en parte dentro de padre Y pude saber exactamente lo que él era Sentí lo largas que eran sus piernas Y viví la sensación de tener barba El sabor del café en la boca y, aunque él no estuviera pensando exactamente aquellas palabras, supe que sentirlo en mis brazos me hace bien.

                     Willi Linconl

Esta transmigración no sólo se da entre padre e hijo, sino entre todos los espíritus, que quieren ver a Lincoln y conocer sus más íntimos pensamientos, una vez enterados de su presencia en el bardo; los fantasmas entran y salen del cuerpo del presidente contemplando a través de las vivencias de Lincoln un mundo nuevo desconocido para ellos; el afán común de retenerlo allí hasta que se una con su hijo, logra una empatía  desconocida, una fusión bondadosa de todos los espectros con el presidente en su dolor, un momento de solidaridad que devuelve a todos su apariencia pasada.  Qué gran placer. Qué placer tan grande era estar allí dentro. Todos juntos. Unidos en un propósito común. Todos juntos allí dentro pero también dentro los unos de los otros y obteniendo vislumbres de las mentes de cada uno y asimismo de la mente del señor Lincoln. ¡Qué agradable resultaba hacer aquello todos juntos!

                  roger bevins iii

El traslado colectivo de los moradores del Bardo al cuerpo  de Linconl, es aprovechada por algunos de ellos, para recordar al presidente los problemas que quedan por  resolver. Blancos y negros le hacen cambiar, los negros le cuentan el sufrimiento de su raza y él recibe el mensaje. Habíamos habitado en masa dentro de él. Daba la impresión de que no había salido indemne de aquel episodio. En absoluto. Lo había puesto triste. Más triste. Lo habíamos puesto triste. Todos, los blancos y los negros, lo habíamos puesto más triste con nuestra tristeza. Y ahora, por extraño que suene, él me estaba poniendo más triste a mí con la suya, y pensé: bueno, señor, si vamos a celebrar una fiesta de la tristeza, yo tengo una tristeza en mí de la que creo que tal vez querrá enterarse alguien tan poderoso como usted. (…) Estamos listos, señor; estamos furiosos, somos gente capaz y nuestra esperanza está tan tensada que puede resultar letal, o sagrada: libérenos, señor, denos una oportunidad, déjenos mostrarle lo que somos capaces de hacer.

Vistas las innovaciones narrativas, dedicaremos especial atención a la Sintácticas y Léxicas; de las primeras destacaremos la creación  de un código lingüístico especial para los espectros, donde las oraciones se suman sin signos de puntuación, Descubrí que sí podíaPodía caminar Podía flotar Hasta podía caminaflotarUn pequeño caminaflotar me pareció lo mejor…, alterándose según el grado de deterioro de los espíritus,  dejando frases sin terminarSus manos iban tan deprisa queparecía que hubiera muchas) iban de un lado a otro, cogiendo cosas yacercándoselas a la cara con una interrogación en la                Daba un poco de miedo Era todo muy

hasta ir adelgazándose y resultar ininteligibles…¿Me pudres ayuntar? ¿Me paredes… ayunar? ¿Me ayunas? ¿Me pede aguilen… ayudar? ¿Me ayunanpeor favar? ¡Hay un en… mee!

b. papers

En cuanto al léxico  el autor despliega un verdadero catálogo de creaciones; desde la invención de   palabras, Fuegosonido, materialuzqueflorece, caminaflotar, a la variación de las ya existentes…Indecorosa    mente,  ferbientes , ha sido todo un placer conocer lo, a la mezcla de mayúsculas y minúsculas para destacar palabras cargadas de agresividad,  …a quienes yo llamaba mis TIZONES porque eran ciertamente negras como la Noche, como TIZONES de CARBÓN , y me daban calor en abundancia… al abandono de las mayúsculas en los nombres propios o al uso de un repertorio léxico en el que no se ahorran términos soeces, cuya procacidad muestra de alguna manera la pertenencia  a una clase marginal y primitiva, …Follar polla mierda ojete violar porculo          Y a conocer, por dentro, ciertos sitios in decorosos donde esas cosas      Cuartos oscuros sitios de folleteo junto a callejones traseros;

Cuando Lope de Vega hablaba del decoro poético en el Arte nuevo de hacer comedias, se refería a que cada cual debía hablar según su condición; y es la norma que sigue el autor a la hora de dar voz  a las almas errantes del bardo; cada uno habla según su condición anterior; con extrema dureza y violencia, el teniente cecil Stone, Derrotado a aquellas huestes muchas veces en el Pasado, de forma que ahora les dejé un generoso Cagarro a modo de Obsequio y me Retiré a mi Casa a esperar a que se Marcharan. teniente cecil stone,   o de modo grosero  como eddie baron y su mujer,   H… p…, si sobreproteges a esos mocosos de m…, al final te acaban haciendo ir al retrete para que les limpies el c… Una cosa hay que reconocerles a Eddie Jr. y a Mary Mag, que es que siempre se limpiaron el c… ellos solos. o ceceando,  o empleando idiomas desconocidos por los propios habitantes del bardo Del caparazón salieron reproches indignados en idiomas diversos, muchos de los cuales nos resultaron completamente extraños. Una rica variedad de registros, imposible de reproducir,  que nos hablan del gran trabajo de elaboración realizada por el autor y de su competencia lingüística.

Es una obra apasionante, de difícil lectura,   que hace fluctuar  nuestros sentimientos,   de la sonrisa a la lágrima y de la angustia   a la emoción y que además  potencia una lectura creativa que obliga al lector a permanecer alerta. Es una obra que merece la pena ser leída por su profundidad, su sutil humor, su humanidad, su imaginación cargada de realismo crítico y  su valentía,  porque,  siendo innovador, hunde  sus raíces en  la buena literatura; en ella palpitan,   la Tragedia griega, La Divina Comedia de Dante, la historia de  Durandarte y Belerma del  romancero o Los viajes de Gulliver de Jonathan Swift, donde la distopía ampara una sátira social demoledora que, también, vemos reflejada en el bardo. Además de la literatura, el cine también está en la base de su inspiración; películas de animación, como  El viaje de Chihiro, una de las mejores películas animadas de todos los tiempos, nos muestra  a uno de sus personajes, Kamaji, con sus  seis largos brazos, que nos recuerda a Bevins y sus muchos ojos y manos La multitud había suspendido sus posturas perversas y ahora miraba boquiabierta al señor Bevins, que mientras hablaba había adquirido un buen montón de ojos adicionales, orejas, narices, manos, etc., hasta el punto de parecer un ramo enorme de flores de carne…  Y no sólo el cine animado sino que el mejor cine de ciencia ficción alumbra ese mundo esotérico del bardo,  alimentado  quizá con clásicos como ‘Metrópolis’, de Fritz Lang,  y tantas otras películas, donde la distopía del submundo puede haber servido al autor de inspiración. También los cómics estadounidenses de seres cambiantes,  como Mística, y los video-juegos   pueden haber confluído en la génesis de las transformaciones del bardo.

La ciencia creo que también es inspiradora, especialmente la biónica. La entrevista de Iñaki Gabilondo a Yuval Noah Harari, me hizo recordar las multiplicaciones de órganos que sufren las almas errantes del Bardo; en aquella,  el historiador israelí pronostica la división de la humanidad, entre una superélite de humanos mejorados biónicamente (pueden tener más de dos brazos) y una masa de personas «inútiles»,  y  un futuro donde regirán  los algoritmos, el big data y la inteligencia artificial;  no es un desatino pensar  que lo que es ciencia ficción o simplemente ficción, se puede convertir en realidad  en un futuro no muy lejano.

Disfrutemos del mundo imaginario y simbólico del bardo, concebido por George Saunders,   donde la muerte, que es la trampa de la vida en palabras de Lincoln, deja una puerta abierta a la esperanza, donde la reencarnación es posible, siempre que vaya de la mano del AMOR. Me quedé adormilado, me escurrí sin querer fuera de él y entré en el caballo, que en aquel momento sentí que era Paciencia en estado puro, de la cabeza a los cascos, y también cariño hacia el hombre, y nunca en mi vida había pensado que la avena fuera un elemento tan positivo del mundo, ni había anhelado tanto cierta manta azul. A continuación me desperté, me senté con la espalda bien recta y me uní plenamente de nuevo al caballero. Y nos adentramos cabalgando en la noche, dejando atrás las casas de nuestros compatriotas dormidos.

                     thomas havens

2 comentarios sobre “Lincoln en el Bardo, George Saunders

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